miércoles, 30 de julio de 2008

Balanzas Fiscales una coartada para el privilegio



























Exigir más para el que aporta más no es de izquierdas:

Pedir que los impuestos se queden donde se recaudan atenta contra la finalidad social de la redistribución de la riqueza: no es de izquierdas. En un estado social cada cual paga según su capacidad y recibe según su necesidad.

No se deben generar desigualdades en función de lo que aporta cada uno. No tiene sentido que Nou Barris o el Raval robe a Pedralbes o Vallecas robe al barrrio de Salamanca porque aporten menos impuestos en relación a lo que reciben. Ni que Cataluña robe a la UE por recibir 8.600 millones de euros en fondos de cohesión.

Los nacionalistas exigen balanzas fiscales para hacer creer que “España roba a Cataluña” y esconder su mala gestión. El PSC, en su estrategia de competir con CiU, ha asumido el discurso nacionalista y abandonado los valores socialistas, con la interesada complicidad de PSOE. ICV y EUiA se ha transformado en una corriente interna del PSC y ha dejado de existir como partido real.

Como ejemplo un botón:

La falsa izquierda progresista sigue dando muestras de intransigencia, estupidez y totalitarismo fachoso al más puro estilo garrulo. Un edil, el número 1 de la coalición ICV-EUiA por la provincia de Tarragona en las elecciones generales, Lluís Suñé, que se dice de izquierda pero fanáticamente nacionalista y qué por lo que dice, hace y reivindica no habrá leído en su vida un miserable libro que trate del socialismo, ni como ideología ni como historia del movimiento llamado de izquierda desde la revolución francesa hasta hoy, cree, o al menos su corta y flácida inteligencia así lo asegura que "Los catalanes aportamos, y mucho, a la riqueza del conjunto del Estado"(España) como demuestran las balanzas fiscales y, pese a ello, "las voces anticatalanas" siguen apreciando que los catalanes son insolidarios. Todo esto dicho con el más típico sentido victimista. El Arma que más éxitos ha cosechado el rancio nacionalismo llorón.

Le digo al tanoca capsigrany éste que hará poco que habrá salido de alguna caverna, que los territorios no pagan impuestos, sólo las personas, qué los principios básicos del socialismo democrático -- que él debería saber ya que defiende un partido en teoría de izquierdas -- proponen, en este aspecto, que cada cual pague según su nivel de ingresos y que a su vez los impuestos sean empleados por el Estado ( España) para favorecer el mejor desarrollo de todos y no las ventajas particulares de caciquismos locales o nacionalismos trasnochados.

Si estos son nuestros representantes de izquierda, que en teoría deberían estar a favor de los mas desfavorecidos, estamos apañados y, totalmente vendidos a los privilegios de los señores burgueses o patronos capitalistas que pretenden volver a la época feudal; o dicho teocráticamente, dios nos coja confesados con semejantes gurús, profetas y santos del nacionalismo fundamentalista más febril, feudal y fascista que asoman por las listas de alcaldes, concejales y ediles de partidos de “nuestra” izquierda.























Este horrendo personaje aunque ya haya pedido disculpas en su blog, fue capaz de poner en él para apoyar su errónea opinión en términos socialistas sobre las balanzas fiscales, un cartel, cuyo lema era: "Sos. Extremadura needs you", y en él aparecían dos niños, medio desnudos con la cara y el pelo sucio, y en la parte inferior, decía: "Un 8, 7% del PIB catalán no es suficiente. "En fin, quizás nos tendríamos que añadir a la campaña" 'SOS Extremadura needs you Apadrina un niño extremeño por 1.000 euros al mes". (Foto de arriba)

El Cap de suro de Suñé se hizo el gracioso y victimistamente pretendió ironizar ridiculizando con mal gusto a los extremeños exponiendo unas razones totalmente irracionales para cualquier socialista de pro, y que hace, que el ridículo lo hiciera él por indocumentado y socialistamente inculto.

Lo malo és que este tipejo, cap de suro, está pagado con el dinero publico de todos, y para vergüenza general, es concejal vinculado a ICV y EUiA y es portavoz del ayuntamiento de Torredembarra (Tarragona). Además, fue concejal de Medio Ambiente y Juventud en la localidad y vicepresidente del Consell Comarcal del Tarragona entre 2003 y 2007. Lo dicho, apaga y vamonos.

C’s reivindica el valor de la igualdad y la justicia social, defendiendo los derechos de todos los ciudadanos, sin privilegios. C’s es hoy el único partido que defiende los valores del socialismo democrático, y así lo demuestra tanto en el Parlamento de Cataluña como en los municipios donde tiene representación.


Jefe Rojo

domingo, 27 de julio de 2008

Ernest Maragall y su Nacionalismo





















A propósito de su artículo en el país sobre el Manifiesto por la lengua común:

Permítame Conseller Ernest Maragall que le catalogue de fariseo, embustero y falso, pero sobre todo…….. de miserable.

No se puede tergiversar más un texto sin que medie pura y llana mala leche. La mala leche que atesoráis vosotros, chamanes de tribu, procreadores de mitos en asegurar cosas que el manifiesto no dice.

El manifiesto está por el Bilingüismo, el mismo bilingüismo que esta colla de intransigentes e insensibles carroñeros de la historia, egoístas e insolidários, pedían antes, cuando todos estábamos contra la imposición franquista del castellano en la educación.

El manifiesto está por el derecho a la enseñanza en lengua materna o en bilingüe. Por el derecho que tienen los padres de elegir la lengua vehicular en la que estudian sus hijos.

El manifiesto está para lograr que las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se cumplan, como así sería, si pusieran las tres casillas en la hoja de inscripción ; Catalán, Castellano y BILINGÜE.

Pero estos visionarios y profetas negociadores de sentimientos con la que hipnotizan a la gente por medio del más intimo sentimentalismo, en pura sintonía con la estrategia nazi de la psicología de masas, los convierte en salvadores de patrias imaginarias, o de lenguas que hoy en día, están más fuertes y son más habladas qué nunca lo han sido en la historia.

La política qué aplican los nacionalistas en una sociedad compuesta de ciudadanos libres, és, la política basada en imposiciones de etnia, grupo homogéneo y propio, no en criterios políticos que beneficien a todos los ciudadanos. Ellos sólo tienen que contentar a sus partidarios no a los demás, puesto que los demás, somos excluidos.

Los nacionalistas solo se representan a ellos mismos, dándonos la espalda a los demás ciudadanos que tenemos otra manera de ver la vida pública o de ver la resolución de los problemas cotidianos que nos afectan a todos, apolíticos o no apolíticos, de una u otra tendencia.

Los nacionalismos no resuelven problemas a los ciudadanos, los crean para manipular historias y creencia con el fin de perpetuarse en el poder de generación en generación. Como así esta ocurriendo en nuestra Cataluña, qué históricamente siempre ha sido gobernada por afines al Clero y a la Burguesía, y han despreciando históricamente a campesinos, obreros y trabajadores en general, en cualquier época de su historia. Sus descendientes burgueses, siguen hoy en día como líderes y gobernantes nuestros casi 200 años más tarde y muchos, enrolados en las filas socialistas y progresistas

El nacionalismo siempre ha sabido crear el victimismo apropiado para traspasar a otros sus carencias y culpas, apoyándose en el sentimentalismo propio del concepto de patria, incrustando en las mentes de la gente del pueblo la idea de madre de todos los que viven en un mismo lugar o, hablan una lengua particular, aunque no sea la única del territorio. Sobre todo a partir del siglo XlX con el auge de las patrias identitarias, llamadas románticas y basada en una etnia, una cultura, una lengua y, que acabó con la llegada al poder por medios democráticos de los nazis en Alemania. De tan triste recuerdo.

Anhelo que algún día la parte de mi pueblo catalán que está absorbido por estos emblemas de la sin razón, estos políticos sacerdotes inventores de patrañas irracionales que privan al individuo de un análisis libre, igualitario, solidario e internacionalista de la existencia de la raza humana en este planeta, dejen de creer y apoyar a semejante colla de hipócritas y farsantes mamarrachos que se mueven sólo por sus propios intereses no por el interés general de la humanidad.

Ernest Maragall, es ante todo un nacionalista que impone, miente y tergiversa al más puro estilo hipnótico de masas, apoyado en el victimismo de la más profunda desazón que le produce un manifiesto justo, por la lengua común qué siempre, desde ya en época de los Trastamara, se ha hablado y ha sido propia de Cataluña y, de España.


Javier Casas

martes, 22 de julio de 2008

el PSC abandona el principio básico de la izquierda




Ciutadans-Partido de la Ciudadanía valora muy negativamente la deriva nacionalista adoptada por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en el XI Congreso de este partido celebrado el pasado fin de semana en Barcelona.

Con esta nueva línea política estratégica, el PSC abandona el principio básico de la izquierda, la promoción de la igualdad como elemento determinante de la justicia social, para abrazar como nueva identidad ideológica el nacionalismo. Su afirmación de principios donde "la lucha por el socialismo y la libertad nacional de Cataluña son objetivos inseparables", es una quiebra definitiva a los principios básicos del socialismo democrático y del programa ideológico de los movimientos progresistas europeos contemporáneos. El PSC ha renunciado a defender los valores de la igualdad y de la solidaridad para, junto con los partidos reaccionarios nacionalistas, hacer de la identidad excluyente su propuesta de modelo de sociedad. Ha decidido ocupar la centralidad política en Cataluña en el único eje que les interesa, el identitario, haciendo suyo el discurso nacionalista más radical con la única intención de perpetuarse en el poder. Por ello el PSC no duda en definirse desde principios tan antagónicos como son el socialismo y el nacionalismo.

Ni la propia CiU de los 90 se había atrevido a declarar públicamente su nacionalismo identitario de una forma tan desacomplejada como ha hecho el PSC en su último congreso. Un PSC que no ha dudado en humillar públicamente al PSOE y al Presidente Zapatero.

El PSC ha convertido el discurso nacionalista antiguo, rancio, pre-moderno, en su divisa política. Al asumir ideológicamente que los territorios son los depositarios de los derechos reduce los ciudadanos a la categoría de súbditos. El PSC ha decidido, al menos hasta la próxima cita electoral, quitarse la careta, y hacer suya la coartada que ha servido de excusa a todos los nacionalistas para ocultar a los ciudadanos su ineptitud: la nación.

Desde Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, recordaremos al PSC los posicionamientos que ahora proclama a los cuatro vientos, y le exigiremos que en sus próximas campañas electorales diga públicamente que el PSC defiende una realidad nacional que se llama Cataluña, y explique a sus votantes donde deja esa "afirmación nacional", a España. Una España que, bajo su propuesta de convertirla en una España federal, oculta su verdadera intención, convertir a nuestro país en una Confederación de territorios sin lazos comunes, sin vínculos afectivos, sin proyecto común, como paso previo a su disolución como nación de ciudadanos libres.

21/07/2008 C's

sábado, 19 de julio de 2008

El nacionalismo es una farsa de derechas















Les dejo el link del artículo que ha elaborado Sergio Sanz, miembro de C’s con sus enlaces relacionados, preguntándose dónde está el socialismo del PSC y del PSOE ante sus afirmaciones de supuesto expolio fiscal y las antisocialistas declaraciones de el Sr. Castell miembro del PSC.

Éste es el mismo partido llamado ilógicamente socialista que a sido capaz de aprobar una ley de privatización de la sanidad publica conjuntamente con PP, PNV, CC y CiU: La ley 15/97 de “Nuevas Formas de Gestión en Sanidad”que permite que la gestión y administración de los centros sanitarios pueda llevarse a cabo a través de cualquier tipo de entidad admitida en derecho, así como que la prestación y la gestión de los servicios sanitarios pueda ser realizada por cualquier tipo de entidad privada y lucrativa.

Capaz de traicionar a España y al pueblo Saharaui después de "vender el Sáhara" con el reconocimiento de los caladeros marriquies y que supone la segunda traición a los saharauis desde el acuerdo de descolonización del Gobierno de Franco.

Capaz de aprobar con su voto una directiva en el parlamento europeo que permite una semana laboral de 60 a 65 horas.

Capaz de aprobar con sus votos en el parlamento Europeo una Directiva que someterá a miles de personas a cumplir entre 6 y 18 meses de detención por el simple hecho de no tener sus papeles, por simple orden administrativa y, sin haber cometido delito alguno. Con las nuevas medidas no sólo se podrá privar de libertad a personas adultas, sino que, atentando contra las declaraciones de Derechos Humanos y del niño, también se podrá retener a menores de edad no acompañados. los menores podrán ser, también, expulsados a terceros países (que no son ni los de origen). Luego castigados sin volver durante cinco años, porque nuestras grandes virtudes de europeos nos dictan que está mal que otros (otros igual a nosotros) quieran alcanzar una vida mejor.

Capaz de romper la solidaridad e igualdad de los ciudadanos españoles con sus apoyos a estatutos inconstitucionales.

Capaz de negar la exclusión del castellano en la enseñanza y organismos públicos en autonomías supuestamente bilingües. Capaz de permitir sanciones monetarias a los comercios y empresas privadas que rotulen sus negocios en castellanos, dentro de su propio país.

Capaz de negar la libertad de los ciudadanos de elegir la opción de en qué lengua quieren que sus hijos sean enseñados en la escuela. Y negar el derecho recogido en la declaración de los Derechos Humanos a la enseñanza en lengua materna.


Jefe Rojo

jueves, 17 de julio de 2008

¿Diecisiete sistemas distintos de salud?



























PEDRO REY BIEL / JAVIER REY DEL CASTILLO

De forma predecible, tras las elecciones generales, uno de los primeros problemas planteados es el de la financiación autonómica, cuyos fallos eran evidentes hace tiempo. Parece como si todos los partidos hubiesen considerado que abrir este debate antes perjudicaría sus perspectivas electorales, y sólo ahora comienzan a definir sus posiciones en el mismo. Las modificaciones producidas en algunos estatutos de autonomía o la publicación de las balanzas fiscales son algunos ejemplos de los planteamientos que están ahora sobre la mesa. Faltan, sin embargo, planteamientos globales que superen las aspiraciones de cada comunidad autónoma a mayores niveles de autofinanciación. Por ejemplo, se olvida que, desde el acuerdo sobre el sistema de financiación de 2001, la financiación autonómica debe contribuir también al sostenimiento de aquellos servicios públicos esenciales a los que los ciudadanos tienen derecho universal de acceso en condiciones de igualdad. Entre ellos, destacan los servicios sanitarios.

España es, junto con el Reino Unido, Alemania, Canadá, Australia, Suecia e Italia, uno de los pocos países desarrollados con cobertura universal del derecho a la protección sanitaria y a la vez una organización política federal o descentralizada. En estos países, los servicios sanitarios cumplen un doble papel: por un lado, actúan como elemento de cohesión social. Por otro, permiten el ejercicio descentralizado de su gestión justificando, como ocurre en España, cerca del 40% de la financiación de cada región. Muchos de estos países alcanzaron primero un alto nivel de organización descentralizada, y sólo más tarde desarrollaron un sistema sanitario universal. En España, el proceso ha sido inverso. Como consecuencia, nuestros servicios sanitarios, más aún su financiación, no están planteados principalmente como instrumentos de cohesión, sino como un mecanismo al servicio de la identidad territorial. Si se quiere que en España la financiación sanitaria sea, además de una fuente principal de ingresos de cada comunidad, la base de la universalidad, equidad y "portabilidad" territorial de la protección sanitaria, son necesarias modificaciones importantes en el sistema autonómico de financiación que nos asemejen a los países comparados. Las principales características de estos países son:

1. El Gobierno central tiene un papel activo como garante del mantenimiento de las condiciones universales y equitativas de la protección sanitaria, sustentado en su poder de gasto (spending power).

2. Existen mecanismos de redistribución de los ingresos fiscales, de forma que los ciudadanos puedan recibir servicios semejantes sin soportar niveles impositivos diferentes.

3. La financiación sanitaria tiene un carácter finalista marcado. La financiación sanitaria inespecífica, en forma de "transferencias en bloque", como ocurre en España, incapacita al Gobierno central para orientar las políticas sanitarias de los gobiernos regionales.

4. La distribución de la financiación sanitaria entre entidades regionales se asienta en criterios poblacionales y tendencias históricas de gasto. Nunca, como en España, en el cálculo de "necesidades sanitarias" diferenciales, claramente arbitrarias.

5. Se busca la igualdad en el acceso a los servicios, nunca la igualdad en financiación sanitaria regional per cápita.

6. Veto a la imposición de diferentes copagos impuestos por gobiernos regionales distintos para evitar desigualdades territoriales adicionales.

7. Se condiciona la recepción de parte de la financiación sanitaria al mantenimiento de ciertas condiciones de funcionamiento cohesionado del sistema sanitario.

Sin estas modificaciones es previsible que el sistema sanitario español se termine fragmentando en 17 sistemas distintos, cada uno con diferentes niveles de protección, y en exclusiva para su propia población. Del aumento del gasto global que generaría tal evolución es muy probable que se derivase la búsqueda de fuentes adicionales de financiación, entre ellas, el recurso a las aportaciones personales privadas de distinto tipo. Con ello, el incremento de las desigualdades sociales en la cobertura sanitaria rompería el papel primordial que los servicios sanitarios tienen como instrumento social de cohesión.


Pedro Rey Biel es doctor en Economía y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Javier Rey del Castillo, médico, fue secretario del Consejo Interterritorial del SNS. Han publicado en el Laboratorio de Alternativas (www.fundacionalternativas.com) un trabajo del mismo título que este artículo.

06/05/2008 Tribuna

domingo, 13 de julio de 2008

El irracional lamento nacionalista













La victoria de la selección española de fútbol ha suscitado un sin fin de lamentos nacionalistas, no se explican de dónde salieron tantas banderas constitucionales en Cataluña entera y, sobretodo en Barcelona.

El 4 de julio en la playa del Bogatell, en el marco de las fiestas de la Vila Olímpica, la pregonera, Eva Fernández Lamela, antropóloga y presidenta de la FAVB (Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona), dijo que “el día 29 [de junio], la victoria de la selección española fue la excusa perfecta para que todos los fachas de Barcelona salieran a la calle con sus banderas, haciendo exaltación de signos franquistas.” Insultando a todos los que celebramos el triunfo de España. Carmen López, una persona de izquierdas, se quedó tan parada como yo me quedé sin palabras, al leer su carta en el Periódico y, saber de las lamentables declaraciones de la presidenta de la FAVB :

La Federación de Barcelona de C’s respondió en su blog a su irracional opinión partidista que roza la estupidez absoluta para cualquier persona con dos dedos de frente.

Los devotos nacionalistas excluyentes se han rasgado las vestiduras y, mienten impotentes ante tanta celebración con inexistentes altercados cívicos. Excepto un pequeño conato en plaza España, generalmente, todo transcurrió de una manera pacifica y festiva, eso es lo qué yo viví esa noche en la que participé activamente en su celebración en la plaza de España. Voces histéricas en agencias de noticias sólo en catalán, hablan de la desproporcionada cifra de 200.000 euros de desperfectos en el mobiliario urbano y, fuera de sí y de toda razón, reclaman enfurecidos que paguen los que lo causaron, apuntando a cualquiera que enarbolara una bandera de España.

Un ciudadano de Hospitalet como nos ha ocurrido a muchos, se extraña de tanta animadversión patológica, personalmente, servidor, está seguro qué tanto despropósito es debido a tantos años de adoctrinamiento nazionalista en las escuelas, de tanta tergiversación de la historia pasada y reciente, de tanto odio suscitado a propósito, con el objetivo de acaparar y recoger el voto nacionalista, influyendo directamente en los sentimientos de las personas por políticos trepas e insensibles a los problemas reales de la ciudadanía, con la única motivación de llegar al poder y recaudar una buena fortuna.

¿La España rancia? Se pregunta este ciudadano hospitalense:

Carta publicada en el Periódico de Catalunya.

A raíz del triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa se han producido una serie de reacciones en sectores nacionalistas catalanes y vascos, que manifiestan su mala sintonía o animadversión. Me llama poderosamente la atención el hecho de que hace dos años, cuando la selección de baloncesto conquistó el Mundial, no se produjeron este tipo de reacciones. ¿Por qué se sigue considerando aún a la selección de fútbol como un residuo de la España franquista?

Carlos Lázaro.
L´Hospitalet de Llobregat
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Me fluyen en la mente más y diversos motivos para explicar semejante reacción irracional, pero juzguen ustedes mismos.

Javier Casas

viernes, 11 de julio de 2008

¡Socorro!

La federación de asociaciones de escritores Galeusca- que reúne a mediocres escritores en catalán, gallego y vasco ha sacado un comunicado sobre el Manifiesto de la lengua común en el qué se inventan cosas que el Manifiesto no dice, como que intenta anular esos idiomas, o qué dichas lenguas son oficiales en sus territorios como si el manifiesto lo negara, cosa que no hace, y aseguran que el castellano no está en peligro, omitiendo, qué ese no és el problema sino que no dejan estudiar a los alumnos castellanohablantes en su lengua materna.

La desfachatez manipuladora de estos nazionalistas periféricos no tiene limite ni vergüenza. Se tragan sus propias mentiras como si se las creyeran.

Felix de Azúa, los desenmascara en este magnifico artículo


















Félix de Azúa: ¡Socorro!

El título 'Manifiesto por la Lengua Común' no era del gusto de los nacionalistas, de modo que pasaron a llamarlo "Manifiesto en favor del castellano", frase que no figura en ningún lugar del mismo.


El pasado 23 de junio, Fernando Savater presentaba en buena compañía un Manifiesto por la lengua común. El título no ha sido citado en ninguno de los 800 artículos del Tambor del Bruc mediático que de inmediato se publicaron en la prensa catalana, la cual, naturalmente, tampoco reprodujo el texto. El título no era del gusto de los nacionalistas, de modo que pasaron a llamarlo "Manifiesto en favor del castellano", frase que no figura en ningún lugar ni forma parte del contenido, ya que el castellano no necesita de ningún favor, pero ¿qué más da? ¿Vamos a detenernos a pensar un poco, antes de cargar el trabuco y disparar a bulto cuando la Patria está en peligro? Todos los artículos venían a decir lo mismo, pero con algunos matices notables.

Los más delirantes no eran los viejos amigos del Avui o del Punt Diari, sino los desconocidos del ilegible diario Público, órgano del presidente del Gobierno central, o sea, del Estado. Titulaban a seis columnas: "El nacionalismo español hace de nuevo política con las lenguas". Los nacionalistas con mala conciencia siempre quieren que todo el mundo sea nacionalista para así quedarse más aliviados y compartir la culpa. Cree el ladrón... Para su desdicha, incluían en la doble página las estadísticas de la Generalitat sobre los usos del catalán y en ellas se afirma que más de la mitad de los catalanes prefiere como primera lengua el castellano. La humilde petición de que aquellos que lo deseen puedan usar su lengua materna en la educación, la Administración pública y la vida cotidiana sin que les caigan multazos o broncas, es "nacionalismo español" para los orgánicos de Zapatero. Tome nota.

Como movido por un resorte, el partido de los socialistas catalanes declaró pomposamente que el manifiesto era "innecesario". No aclaró su portavoz, Miquel Iceta, qué es lo que le parece necesario al PSC. Pocos días antes, la oposición en pleno le había preguntado por 5.000 millones de pesetas que se han esfumado persiguiendo a una almeja brillante. Tampoco entonces Iceta había considerado necesaria la pregunta. Lo que para el PSC sea necesario, es un arcano insondable. Los socialistas catalanes van aproximándose cada vez más a un modelo adorable, el de la corte de Catalina la Grande.

Ninguno de los 800 artículos antes mencionados hablaba del contenido del manifiesto, el cual se puede resumir del siguiente modo: si cualquier ciudadano catalán, como el actual presidente de la Generalitat, puede educar a sus hijos en alemán, en francés, en italiano o en inglés, ¿hay alguna razón para que no pueda educarlo en español? Y de haberla, ¿cuál es? La mentira oficial es que no hay problema para escolarizarse en español; la realidades que ni hablar del peluquín. Intente indagarlo. Chocará contra un muro de cemento. Se sentirá como alguien que quiera darse de baja de Telefónica. Acabará en el psiquiátrico.

Como, según el Tambor del Bruc mediático, el asunto del manifiesto no era el que acabo de exponer, los artículos se veían obligados a hablar de temas muy inspirados: la "supremacía del castellano", la "lengua del imperio", el "ataque contra el catalán...". Todo mentira, ¿pero de cuándo acá un nacionalista va a respetar la verdad? La verdad es, sencillamente, aquello que los nacionalistas decretan que es verdad. Y sólo es verdad lo que es bueno para Cataluña, siendo ese ente lo que en cada momento les conviene. Y punto, añade Catalina la Grande.

Había algo, sin embargo, más significativo si cabe. La mayoría de los artículos procedían al insulto, práctica española donde las haya cuando flaquean los argumentos: franquistas, fachas, españolistas ("de mierda"), imperialistas. Un Jordi Sánchez nos llamaba a los firmantes "miserables" en este mismo periódico porque nos negábamos a pagar su hipoteca. Algunos artículos eran deliciosos, como el de un profesor de la Universidad de Girona que exponía el punto de vista guipuzcoano: lo que hay que exigir, venía a decir, es que todos los españoles aprendan catalán. Un hombre generalmente moderado, Antoni Puigverd, aseguraba que el manifiesto rompía los últimos puentes entre Cataluña y España. Volveré sobre ello. No obstante, estos intelectuales olvidaban un detalle de cierta relevancia: todos sus artículos estaban escritos y publicados en español.

Los nacionalistas consideran indudable su derecho a escribir y publicar en la lengua que (dicen) está destruyendo al catalán. Creen tener derecho a suprimir de sus vidas el catalán y pasarse al español cuando les parezca oportuno, con el fin de insultar (y cobrar por ello) a unos ciudadanos que jamás han atacado el catalán ni perderán un minuto de sus vidas en semejante tontería. Así que estos pensadores nacionales pueden eliminar el catalán y hacer uso de la lengua asesina del catalán cuando les viene en gana y pueden poner en peligro la supervivencia de la lengua que dicen proteger, pero que unos ciudadanos pidan educar a sus hijos en la lengua que estos nacionalistas utilizan cuando les conviene, eso es fascismo, franquismo, imperialismo, y no es pederastia porque Dios no lo quiere. Si alguien entiende la ética de los nacionalistas, por favor, que escriba una tesis doctoral.

La traca final ha sido de lo más levantina. Animado por tan honradas huestes, el anciano Jordi Pujol ha cogido el alfanje. "[Pujol] llama a combatir 'sin miedo' la falta de respeto a Cataluña", según titulaba el diario de la burguesía catalana el 2 de julio. Lo de "sin miedo", entrecomillado por la redacción, pone los pelos de punta. El texto del patriarca es: "Combatir con decisión y confianza, sin miedo, y sin respeto para quien no nos respeta". A Pujol le animó mucho lo de las caricaturas de Mahoma: qué demonios, hay que hacerse respetar. A partir de su llamamiento a la guerra santa y conociendo de primera mano (y puño) a los cejijuntos y democráticos grupos de falangistas catalanes que suelen actuar en estos casos, los firmantes andamos escondiéndonos en las masías de recreo de algunos consellers y diputats solidarios. Sobre todo desde que Montilla ha decidido que incitamos a la "catalanofobia". No sus socios separatistas, no las juventudes de la "puta España", no Carod y Rubianes, no: el odio a Cataluña lo inducimos nosotros. Muy honesto.

Amigo Puigvert, si te lo permiten tus principios, deja abierto algún puente para que cuando lleguen los hijos de Bin Laden a quemarnos (vivos o en efigie), los cuatro gatos que aún nos tomamos en serio a este país podamos salir arreando hacia lugares más democráticos, menos violentos, más civilizados.

FELIX DE AZUA, escritor, es uno de los 18 firmantes iniciales del citado manifiesto.

10/07/2008 EL PAIS

martes, 8 de julio de 2008

Un facha de siete años




ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 6 de Julio de 2008

Me interpela un lector algo –o muy– dolido porque de vez en cuando aludo a España como este país de mierda. El citado lector, que sin duda tiene un sentimiento patriótico susceptible y no mucha agudeza leyendo entre líneas, pero está en su derecho, considera que me paso varios pueblos y una gasolinera. Le extraña, por otra parte, y me lo comunica con acidez, que alguien que, como el arriba firmante, ha escrito algunas novelas con trasfondo histórico, y que además parece complacerse en recuperar episodios olvidados de nuestra Historia en esta misma página, sea tan brutal a la hora de referirse a la tierra y a los individuos que de una u otra forma, le gusten o no, son su patria y sus compatriotas.

La verdad es que podría, perfectamente, escaquearme diciendo que cada cual tiene perfecto derecho a hablar con dureza de aquello que ama, precisamente porque lo ama. Y que cuando abro un libro de Historia y observo ciertos atroces paralelismos con la España de hoy, o con la de siempre, y comprendo mejor lo que fuimos y lo que somos, me duelen las asaduras. Aunque, la verdad, ya ni siquiera duelen. Al menos no como antes, cuando creía que la estupidez, la incultura, la insolidaridad, la ancestral mala baba que nos gastamos aquí, tenían arreglo. La edad y las canas ponen las cosas en su sitio: ahora sé que esto no lo arregla nadie. España es uno de los países más afortunados del mundo, y al mismo tiempo el más estúpido. Aquí vivimos como en ningún otro lugar de Europa, y la prueba es que los guiris saben dónde calentarse los huesos. Lo tenemos todo, pero nos gusta reventarlo. Hablo de ustedes y de mí. Nuestra envilecida y analfabeta clase política, nuestros caciques territoriales, nuestros obispos siniestros, nuestra infame educación, nuestras ministras idiotas del miembro y de la miembra, son reflejo de la sociedad que los elige, los aplaude, los disfruta y los soporta. Y parece mentira. Con la de gente que hemos fusilado aquí a lo largo de nuestra historia, y siempre fue a la gente equivocada. A los infelices pillados en medio. Quizá porque quienes fusilan, da igual en qué bando estén, siempre son los mismos.

Pero me estoy metiendo en jardines complejos, oigan. El que quiera tener su opinión sobre todo eso, acertada o no, pero suya y no de otros, que lea y mire. Y si no, que se conforme con Operación Triunfo, con Corazón Rosa o con Operación Top Model, o como se llamen, y le vayan dando. Cada cual tiene lo que, en fin, etcétera. Ya saben. Por mi parte, como todavía me permiten y pagan este folio y medio de terapia personal cada semana –es higiénico poder morir matando–, me reafirmo un día más en lo de país de mierda. Y lo voy a justificar hoy, miren por donde, con una bonita anésdota anesdótica. Una de tantas.

Verán. Un niño de siete años, sobrino de un amigo mío, observando hace poco que varios de sus amigos llevaban camisetas de manga corta con banderas de varios países, la norteamericana y la de Brasil entre ellas –algo que por lo visto está de moda–, le pidió al tío de regalo una camiseta con la bandera española. «Van a flipar mis amigos, tito», dijo el infeliz del crío. Según cuenta mi amigo, el sobrinete bajó al parque como una flecha, orgulloso de su prenda, con la ilusión que en esas cosas sólo puede poner una criatura. A los diez minutos subió descompuesto, avergonzado, a cambiarse de ropa. El tío fue a verlo a su habitación, y allí estaba el chiquillo, al filo de las lágrimas y con la camiseta arrugada en un rincón. «Me han dicho que si soy facha o qué», fue el comentario.

Siete años, señoras y caballeros. La criatura. Y no en el País Vasconi en Cataluña, ni en Galicia. En la Manga del Mar Menor, provincia de Murcia. Casualmente, y sólo una semana después de que me contaran esa edificante historia infantil, otro amigo, Carlos, gerente de un importante club náutico de la zona, me confiaba que ya no encarga polos deportivos para sus regatistas con el tradicional filetillo de la bandera española en las mangas y en el cuello. «En las competiciones con clubs de otras autonomías –explicó– están mal vistos.»

Dirán algunos que, tal y como anda el asunto, podríamos mandar a tomar por saco ese viejo trapo y hacer uno distinto. Al fin y al cabo sólo existe desde hace dos siglos y medio. Podríamos encargarle una bandera nueva, más actual, a Mariscal, a Alberto Corazón, a Victorio o a Lucchino. O a todos juntos. Pero es que iba a dar igual. Tendríamos las mismas aunque pusiéramos una de color rosa con un mechero Bic, un arpa y la niña de los Simpson en el centro; y en las carreteras, el borreguito de Norit en vez del toro de Osborne. El problema no es la bandera, ni el toro, sino la puta que nos parió. A todos nosotros. A los ciudadanos de este país de mierda.

lunes, 7 de julio de 2008

'La orquesta seguía tocando'





















Todos los indicadores económicos que se van conociendo son cada vez peores, tanto los reales como los opináticos. Producción desacelerada, inflación acelerada, déficit exterior y desempleo crecientes, lo mismo que el euribor (contrariamente a lo que se dijo hace muy poco), mientras caen las expectativas, que ya se trasladan a los comportamientos de consumidores e inversores. El pesimismo es creciente. Las previsiones de hace escasos meses han sido superadas por la realidad de la crisis, como lo han sido unos presupuestos estatales que sirven para muy poco. Está bien que el Gobierno, al menos hasta un cierto momento, no quiera insuflar pesimismo al país. Pero lo que aquí está ocurriendo es que parece que no sabían de lo que hablaban cuando aseguraban un aterrizaje suave de la economía española. Hoy, curiosamente, el ministro de Industria, Sebastián, afirma que es mejor una brusca caída porque luego será más rápida la recuperación. Suena a aquello de Lenin de “cuanto peor, mejor”. En fin, cosas veredes.

El presidente del Gobierno acaba de definir la posición de su Gabinete ante esta muy difícil situación. Lo ha hecho en su reciente discurso, no en sede parlamentaria como hubiese sido obligado, sino en la del Consejo Económico y Social, en presencia de los empresarios más importantes del país. El año pasado lo hizo en la Bolsa, es un cambio. Si uno se toma la molestia de releer lo que entonces dijo, verá cómo el optimismo era total y fue hace sólo un año. Es cierto que no había ocurrido los dos “shocks externos”, el alza del petróleo y de los alimentos y la crisis de las hipotecas basura. Pero estaba claro que el “modelo” de crecimiento autóctono, el del ladrillo, estaba dando claras señales de agotamiento, mostrando así que esta crisis es originariamente, y sobre todo, nuestra y que los factores externos han ayudado, que no originado, su desarrollo.

En su discurso, dice el presidente que “el campo de acción del Gobierno” no es ilimitado, y se refiere al precio del petróleo y a la racionalidad económica. Todo ello es cierto. Pero además es limitado porque la mayor parte de los instrumentos de política económica, monetaria, de tipo de cambio y fiscal están en Europa, y una gran parte de las políticas estructurales (urbanismo, vivienda, educación, infraestructuras, etc.) están transferidas o compartidas con las Autonomías, con lo que, en muchas ocasiones, la unidad de mercado y del espacio económico están rotas, consecuencia de la juerga autonómica. Así, cuando habla el presidente de suprimir barreras administrativas a la actividad empresarial, uno no puede dejar de sonreír.

El Gobierno, que en este frente económico está mostrando una alarmante incapacidad de liderazgo, decisión y persuasión social, enfrenta en esa situación retos muy complejos. Se trata de capear de la manara más equitativa y racional posible una seria crisis en el corto plazo y, al mismo tiempo, ir cambiando un agotado modelo de crecimiento. Dice el presidente, y dice bien, que la economía española cuenta hoy con una serie de activos mejores que en la anterior crisis de comienzo de los noventa. Pero también cuenta con notables pasivos. Entre ellos podemos nombrar dos, a los que él se refiere con datos erróneos. Uno, la capacidad de competir en el comercio internacional de bienes, donde en los últimos años la participación español no ha subido sino que ha bajado, lo que indica pérdida de competitividad. Dos, la productividad está estancada y sigue siendo muy baja. Todo ello indica que nuestra inserción en la división internacional del trabajo, con una especialización en bienes de escasa demanda, es problemática como lo demuestran, por otra parte, las cifras de inversión directa extranjera en nuestro país, estancadas en su tendencia general.

Ahora parece reconocerse que las medidas, sobre todo las fiscales, adoptadas hasta ahora sirven para muy poco, después que han pasado meses desde el comienzo de la llamada “no crisis”. Tampoco hay mucho en este discurso salvo expresiones de buena voluntad, como la necesidad de diálogo social o una especie de hoja de ruta, expresión de moda, para la formación profesional. En expresión usual en la política norteamericana: Where is the beef?, algo así como “¿Dónde esta la chicha?”. Difícil encontrar la respuesta.

Mientras el Titanic se hundía, la orquesta seguía tocando. Mientras la economía española está en clara crisis y con peligro de la peor mezcla, la de estancamiento con inflación, la orquesta gubernamental sigue tocando el violón.

30/06/2008 Estrella Digital
Luis de Velasco

domingo, 6 de julio de 2008

C's rechaza las declaraciones de Güemes denigrando la sanidad pública madrileña que él mismo dirige

19/06/2008 Cs Agrupación Madrid

Ante las declaraciones del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, afirmando que "la sanidad madrileña puede permitirse tener a los mejores especialistas tratando a los pacientes en los hospitales públicos (...) porque esos mismos médicos dedican parte de su tiempo a la sanidad privada, donde son mejor retribuidos", Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía manifiesta que:

Lo que sugiere es que el personal sanitario malvive del salario público, debiera tener la decencia que equipararlo al de otros países de la UE para evitar la emigración de profesionales al extranjero, en vez de privatizar ese servicio.

La visión del señor Güemes, asimilable a la fe en la beneficencia como soporte sanitario para quienes tienen menores recursos económicos, no tiene encaje en el Estado Social y Democrático de Derecho garantizado por la Constitución española.

La sanidad pública madrileña es motivo de orgullo para los ciudadanos de Madrid y cantera de los mejores especialistas.

Es precisamente su carácter público lo que le ha valido ese reconocimiento.

Por todo ello, Ciudadanos recomienda al Consejero que acuda a la sanidad pública para curar su miopía política antes de que curse en ceguera que no pueda paliar la privada.

C’s


Desde aquí, me uno a la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid. Yo, ya he firmado la derogación de la Ley/15/97 y cualquier otra que permita a las empresas privadas gestionar la sanidad pública.

Estoy convencido de que la sanidad pública no debe de estar condicionada ni gestionada por las decisiones de las empresas privadas. Estoy convencido de que la introducción del ánimo de lucro en la sanidad pública no mejora la eficiencia del sistema sanitario y, en cambio, sí reduce el gasto en profesionales y en la atención a los pacientes.

Jefe Rojo

viernes, 4 de julio de 2008

La esfinge en el oasis catalanista











Un hijo de andaluces con la tripa agradecida y el alma vendida, sin vergüenza y sin integridad, quiere convertir las selecciones españolas en algo ajeno a Cataluña. Un tipo sin emociones, una pura esfinge expuesta en el oasis catalanista, qué nunca se sabe que siente, ni que piensa, quiere entorpecer el reconocimiento a la selección española de catalanes que estamos a favor de una España de ciudadanos libres, iguales y, sin exclusiones.

Este tipo sólo se representa a sí mismo, y no a quienes le votaron, pues, la mayoría que le votaron creyendo que votaban al PSOE, sí, qué se sienten catalanes y españoles.

Pobres de nosotros los ciudadanos, lo que nos espera con semejantes políticos, el odio y el resentimiento cabalga a nuestro encuentro, los problemas sociales, el avance social hacia un socialismo igualitario, libre y solidario, ya tiene los días contados. A este tipejo sólo le interesa la lucha de identidades por motivos económicos y de poder, ni siquiera por convicción.

Jefe Rojo