sábado, 27 de diciembre de 2008

Toda la vida con la cruz a cuestas



























Para mi, el respeto a las creencias religiosas de las personas es sagrado, aunque no las comparta. Por eso exijo el mismo respeto para los que no creemos en nada, agnósticos, ateos, o creyentes que comprenden que la política no puede estar a expensas de las creencias y aceptan la laicidad del Estado.

Pero el Jefe supremo de los creyentes católicos, Benedicto XVl, ha lanzado un mensaje al mundo avisando de la amenaza de los homosexuales y el escándalo de los transexuales, como si nacer de una u otra condición fuera algo que elige uno al nacer.

Ha aprovechado estos días para hacer lo que no ha de hacer, inmiscuirse en las políticas sociales democráticas de derechos individuales de las personas que se acuerdan en parlamentos libres, o en el derecho individual de sentir libremente. Su mensaje da cierto temor. Niega los conocimientos científicos modernos sobre la naturaleza del cerebro humano, genes, etc. y …sí …. pide medidas especiales. ¿?. ¿Se me dispara la imaginación o me vuelven pasados recuerdos?.


Antonio Gala, lo cuenta así:

Benedicto XVl ha concluido que el mundo necesita (más que la honradez y la defensa de los menesterosos que hubieran evitado la vergüenza de esta crisis) una “ecología” especial que salve a los “normales” de la amenaza de los homosexuales ( ¿o habla de los curas pederastas?); “lo mismo que se precisan políticas que salven las selvas” También se refirió a la transexualidad como un “escándalo” más que como una cruz.

Sería aconsejable que el Papa mirase más cerca y remediara lo que tiene al alcance de la mano. TODO LO NATURAL ES INOCENTE, hasta el tigre, mientras no dañe su alrededor. Hay naturalidades que no son contagiosas. Ni en el Vaticano ni en el pudibundo festival de San Remo. Este Papa lo sabe especialmente bien.

Jefe Rojo

viernes, 28 de noviembre de 2008

Joaquín Leguina Herrán


He aquí la expresión más acabada y sencilla del sectarismo que nos está comiendo por las patas. “O estás conmigo (en el PSOE) o estás contra mí(en el PP)”. A tan acabado razonamiento sólo cabe darle una respuesta. Ésta: Y una mierda. Joaquín Leguina Herrán


Desde el socialismo democrático, una voz da luz al camino de la razón y, del sentido común. Leguina nos da su parecer sobre la “memoria histórica”. Un parecer que comparto:

Dado que el asunto de la mal llamada “memoria histórica” en manos del juez Garzón y de sus adoradores está derivando hacia el disparate he creído conveniente presentar a los “blogueros” mi posición “in extenso”. Ahí va:

lunes, 24 de noviembre de 2008

Concentración contra el CAC





















C's reúne a miles de personas ante el CAC para protestar contra la censura política.


El Manifiesto leído a las puertas del CAC por Jordi Cañas.


sábado, 15 de noviembre de 2008

El SEPC igual a Cristo Rey





















Ciudadanos se sumó a la manifestación convocada para protestar contra la nueva ley de educación de la Generalitat.

A la voz de !ya¡ o, lo que és lo mismo, a la voz de !viva cristo rey¡, la banda de fundamentalistas del SEPC, energúmenos adoctrinados y educados para la intolerancia y el fascismo iniciaron su acoso y derribo.

Estos desgraciados se otorgan el derecho de decidir qué no todos los catalanes tienen la libertad de manifestarse y que son ellos quienes otorgan ese derecho.

Estas juventudes hithlerianas, como el que no quiere ver la biga en su ojo nos etiquetaban de nazis y españoles. Españoles sí, pero ni nacionalistas españoles ni mucho menos, nazis, de centro-izquierda y liberales progresistas, el partido que está a la izquierda del PSOE, porque IU es una de sus corrientes internas, joda a quien joda.

Los profesores que los adoctrinan en la intolerancia hacia los que no piensan como ellos, se dedicaron a envalentonar a sus cachorros, una conducta que tira por tierra su cualificación como educadores, si alguna vez la han tenido.

Nos han lanzado mecheros e insultado, y nos han lanzado gritos de fuera españoles, han intentado prender fuego al pelo de una de nuestras militantes y, se han dedicado a romper banderas e, incluso, una cámara digital

Antonio Gala fuera de toda sospecha, socialista y antifascista decía esto al respecto:

Seguro que si este ambiente de opresión contra todo lo que se opone al credo nacionalista, más propio de la Alemania nazi o de la Italia de Mussolini que de la Europa democrática trasciende fuera de nuestras fronteras, la plana mayor de la Generalitat responderá, como lo ha hecho tras el reciente artículo de The Economist, arremetiendo contra el mensajero y pensando que con más burocracia represiva lograrán tapar esta monstruosa realidad que no deja de extenderse.

Jefe Rojo

sábado, 8 de noviembre de 2008

izquierda y nacionalismo. 9ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

9ª pregunta

MR- Con frecuencia se dice que en el fondo la crítica a los nacionalismos periféricos no es más que una defensa de otro tipo de nacionalismo, el español. No crees que es así?

FO-Esa tesis se ampara en una falacia que consiste en sostener que la negación de un nacionalismo equivale a la afirmación de otro nacionalismo, el español. Eso es lo mismo que decir que no cabe la crítica al nacionalismo porque no hay punto de vista fuera del nacionalismo, que criticar a un nacionalismo implica necesariamente estar a favor de otro nacionalismo: si uno se opone a una propuesta nacionalista, es que lo hace para defender propuestas españolistas... Con la cobardía del ejemplo, que diría Pessoa: estar en contra de que sólo se impartan dos horas de clase en castellano, ya sería nacionalismo español. Si, por ejemplo, alguien propone cuatro horas, ya sería nacionalista español.

Si queremos ser respetuosos con las palabras y la lógica, la operación correcta es otra. Lo que sería españolismo, no es la negación de la propuesta nacionalista, sino la misma propuesta, pero cambiando los protagonistas. Para seguir con el ejemplo: dos horas de catalán y el resto en castellano. Eso sería nacionalismo españolista. Más en general, creo que ese es un saludable ejercicio intelectual, darle la vuelta a las propuestas y a las tesis. Clarifica mucho. Unos cuantos ejemplos: ¿qué pensaríamos de un partido que defendiera el GAL, que homenajeara a sus miembros, y defendiera la vuelta a la dictadura, y de otro, con responsabilidades de gobierno, que saliera en defensa de ese primer partido, que le abriera sus medios de comunicación y se apoyará en él para gobernar, mientras decía que hay que suprimir los estatutos de autonomía para resolver el conflicto que plantea la existencia del GAL?; ¿y de alguien que le diese por defender la recuperación de la unidad de las comunidades hispánicas, de Latinoamérica y de buena parte de Estados Unidos, porque comparten una lengua y porque en otro tiempo, hace menos de doscientos años, formaban parte de España?. Todo eso nos espeluznaría. Pues eso, mutatis mutandis, incluso con menos soporte empírico, forma parte de los supuestos centrales de la estrategia política nacionalista. Que uno se oponga a esas locuras en boca de los nacionalistas, obviamente, no lo lleva a defender estas otras locuras españolistas. Y sin embargo, buena parte de nuestra izquierda ni levanta el dedo: al revés pide respeto para las locuras. La verdad es que cuando preguntas a los amigos, "bueno, pero ¿a qué te refieres en concreto cuando hablas de españolismo?", la respuesta más recurrente apela a cosas como el tamaño de la bandera de la plaza Colón. No seré yo quien la defienda. Pero desde luego quien no la puede criticar es quien organiza actos políticos, de su propio partido, en donde se cantan más veces himnos nacionales que la internacional y se exhiben más banderas nacionales que rojas. En realidad, tengo la impresión de que si llega la república, se sentirían muy incómodos con la bandera tricolor.

A veces en realidad lo que esconde la crítica al españolismo es una simple crítica a la idea del Estado, a cualquier presencia del Estado, sea la que sea, tenga que ver con la cultura o no, como simple institución política. Algo también difícil de comprender para la izquierda. Su historia es la de una lucha por marcos, sometidos a control democrático, que permitieran realizar la justicia, la redistribución, asegurar que los poderosos no puedan someter a los débiles, la existencia de una ley que impida las dominaciones arbitrarias o despóticas, en la empresa, en la casa, derivadas de la fuerza o del dinero.

Hay otra confusión, de más calado, que también está en la trastienda de esa tesis: la confusión entre españolismo, centralismo, y control democrático. Los problemas de descentralización son en buena medida técnicos. Seguramente, para ciertos asuntos, por problemas de coordinación, y de economías de escala, lo mejor es un sistema centralizado y para otras cosas, un sistema reticular. Eso depende de los problemas a resolver. Pero es que, además, la descentralización nada tiene que ver con el autogobierno, con el control democrático de las instituciones ni, desde luego, con mayor o menor nacionalismo español. Resulta perfectamente imaginable un españolismo irrespirable y un sistema institucional máximamente descentralizado. En realidad, un sistema máximamente descentralizado, de coordinación espontánea, como lo es el mercado, acaba en dos días con las culturas "nacionales", porque la coordinación espontánea converge hacia equilibrios que se corresponden con las convenciones compartidas o, en su defecto, las mayoritarias. Si tú tienes que vender un producto o contar las noticias en un periódico o, simplemente, contar tu vida a cuatro tipos en un bar, lo harás en la lengua común. El proceso, además, es acumulativo, por necesidad de comunicarse, de acceder a información, de trabajo, de viajes. No es resultado del ejercicio de ningún poder, sino de millones de decisiones espontáneas... La expansión del castellano en USA es cualquier cosa menos acción teledirigida desde un poder central. Es lo que ha pasado históricamente con monedas y sistema de pesas y medidas y también con las lenguas. Nosotros mismos hemos sido testigos de cómo ha sucedido con las tarjetas de crédito, el sistema de teléfono, los formatos de vídeo y mil cosas más. Por información, comunicación o transporte los individuos tienen razones para utilizar los más utilizados por otros individuos. Y eso, que los economistas llaman economías de red, es descentralización en estado puro.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

izquierda y nacionalismo. 8ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

8ª pregunta

MR-Si la cuestión es tan evidente, ¿por qué entonces hay tanta gente en la izquierda que se dice nacionalista? Y otra cuestión: ¿por qué hay aún más gentes en la izquierda que se dicen no-nacionalistas pero que de hecho no sólo toleran los principios nacionalistas, sino que asumen sus puntos de vista, los comprenden?

FO-Repito lo que te decía al principio de nuestra conversación, que dos ideas sean contradictorias no quiere decir que no exista gente que mantenga las dos ideas a la vez. De lo que no cabe duda es del carácter reaccionario de los nacionalismos. Hobsbawm, una de las cabezas más claras de la izquierda, nos lo lleva recordando desde hace tiempo. En el caso español, la comunión entre nacionalismo e izquierda es un fenómeno muy reciente, hijo del antifranquismo, de la represión de cualquier manifestación cultural que no fuera en castellano y, acaso, esto ya es más conjetural, de la política del partido comunista de incorporar todas las causas, y del origen social de los cuadros políticos de la izquierda. Supongo que también contribuyó la coincidencia temporal con los movimientos de liberación nacional, que, por cierto, casi siempre pretendían crear Estados ilustrados, que unificaran las diversas culturas locales, muchas de ellas cargadas de elementos feudales, racistas o directamente irracionales, un poco al modo como sucedió en América Latina un siglo antes, cuando, después de la independencia, el castellano se impone a las miles de lenguas de las comunidades indígenas. Y quizá, por intentar decirlo todo, habría que pensar que la propia falta de pensamiento medianamente vertebrado, blando conceptualmente, a la vez que dogmático, ha favorecido en nuestra izquierda una disposición a mirar acríticamente todo lo que parecía "nuevo" y "rebelde", aunque, como es el caso de nacionalismo, fuera antiguo y conservador.

Lo cierto es que, históricamente la izquierda, por sólidas razones ideológicas, ha sido antinacionalista, y el nacionalismo, salvo excepciones, pensamiento conservador, cuando no directamente reaccionario. Esto lo han dejado definitivamente claro los historiadores. En el caso vasco, pero también en el catalán. Pienso en los trabajos de Fradera, Marfany o Ucelay Da Cal, historiadores solventes, oreados en el circuito académico internacional. Y eso sucede en el diecinueve, pero también más tarde. No hay que olvidar que los fascistas italianos llegan a contemplar la posibilidad de hacer de Barcelona el origen del movimiento fascista en España aprovechando la existencia de un pensamiento nacionalista.

Pero desde el punto de vista ideológico, que es el que importa, no creo que quepan dudas. Entiéndase, hay que luchar para que los nacionalistas puedan defender sus ideas, pero eso no quiere decir que debamos defender sus ideas. Al revés, una vez asegurado lo primero, debemos examinarlas, discutirlas y criticarlas, empezando por recordarles que ellos son los portavoces de una ideología, no de una nación. Y sucede que cuando las examinamos encontramos pensamiento conservador, cuando no directamente imperial, expansionista, hasta recuperar la frontera máxima del momento del máximo esplendor.

Por lo general, y tratando de reconstruir de un modo inteligible la argumentación de la izquierda cuando se pone en modo nacionalista, se suele apelar a razones no nacionalistas, a preservar la identidad de los individuos, a la posibilidad de aumentar el compromiso cívico entre los ciudadanos o a un marco de referencia en el que cobran significado las elecciones. Eso es lo mismo que decir que lo que importa son otros valores, como la autonomía de los individuos, la igualdad o la libertad. Pero eso ya no es nacionalismo. Piensa, por ejemplo, en el caso de la identidad. Un nacionalista apela a ella por que es "lo nuestro", lo que nos constituye, lo de siempre, el origen que se quiere destino. La identidad es una y por siempre. Un pensamiento de vuelo muy corto. Al cabo, si se trata de defender la identidad, habría que defender el franquismo. O es que cuarenta años de dictadura pasan sin dejar huella, por no hablar de los trescientos años de supuesta dominación españolista. Para el nacionalismo nada de eso afecta a la genuina identidad, que, claro, si no está contaminada por la historia, sólo puede resultar inteligible bajo alguna versión laica del alma como el Rh o una Eva mitocondrial de la propia nación. Alguien de izquierda, o simplemente sensato, empezará por recordar que siempre tenemos identidad, que si a todos nos da por consumir hamburguesas y jugar al béisbol seguiremos teniendo identidad. Después reparará en que lo que importa no es la identidad como tal, que también somos machistas por biografía, pero que lo mejor que podemos hacer en tal caso, desde los valores que importan para la izquierda, es escapar a esa identidad. De hecho, lo que interesa es una comunidad política que nos asegure la posibilidad permanente de revisar y escapar a cualquier cárcel identitaria, a la tiranía de los orígenes. Pues bien, si las cosas se miran de cerca, se ve que la nación y el nacionalismo no son el mejor modo -por no decir que son el peor- de asegurar la igualdad, el compromiso cívico o los marcos de elección de las personas y, mucho más obviamente, la sensibilidad de especie, que es el problema más importante y más olvidado.

Realmente lo que más me asombra en todos estos casos es el desarme ideológico de la izquierda, la incapacidad para mirar limpiamente las ideas y discutirlas, ese trato "comprensivo" con el nacionalismo cuando es lo que es. ¿Qué quiere decir respetar o comprender una ideología? ¿Hay que respetar el machismo o el fascismo? Se respetan las personas, se puede hasta comprender que tengan una ideología. Pero eso no corrige un milímetro que las ideas se discutan, que por cierto es el único modo de respetarlas, de tomarlas en serio. En esto la actitud del nacionalismo es particularmente tramposa con su reclamación de respeto. Cualquier crítica hiere su sensibilidad. La trampa es que pretenden hacer pasar la crítica a su ideología como la crítica al pueblo en nombre del cual pretenden hablar en exclusiva. Como si ese pueblo no fuese el resultado de flujos de gentes. Y es que, al cabo, como decía uno de los protagonistas del jorobado de Notre Dame: "unos llegamos ayer y otros anteayer". Pero, ¡por Dios, cómo no vamos a poder criticar radicalmente a alguien que sostiene ideas tan profundamente reaccionarias! Lo verdaderamente inaudito es que la izquierda radical haya suscrito sin discusión alguna los puntos de vista del nacionalismo. Por lo menos discutirlos!

jueves, 30 de octubre de 2008

Loquillo sigue en pie, como los gatos de aquel callejón





















Como admirador de su música.
Como miembro de su generación.
Por la coherencia que nuestra en sus declaraciones políticas ante la realidad que existe en Cataluña.
Y, dado de que lo tengo enlazado a su Web en mi blog como amigo, ya que, al menos, frecuentábamos míticos garitos cerca de St. Jaume, allá por el 79- 81, tiempos en que Barcelona era una ciudad cosmopolita y vanguardista, no tengo otra, que colgar aquí sus nuevas y valientes declaraciones a un periodista de El País :

De negro. Tupé. No hacen falta glosas: Loquillo, hijo del barrio obrero del Clot, habla de Barcelona, su ciudad, en la que no vive desde hace años. Ahora reside en San Sebastián. Se siente como si le hubieran borrado de la lista: está dolido y no lo oculta. Por suerte, no se muerde la lengua. "Aquí se tiene una imagen de mí muy unida a los ochenta porque a partir del 92 mis discos desaparecieron de la radio. Hay gente que piensa que ya no me dedico a esto. Es más, te vas al interior de Cataluña y creen que me retiré hace años porque no existo", lamenta el rockero, de paso por la capital catalana para presentar Loquillo, leyenda urbana, un documental de Carles Prats con el que hoy se inaugura el festival In-Edit.

En el vestíbulo de un hotel, algo agobiado porque la normativa no le permite fumar -"qué moda de mierda"-, sigue en plan guerrero: "Uno tiene cierto cariño a su tierra y lo mío sólo es un ejemplo más. Hay grupos actuales que siguen teniéndose que ir de aquí para poder grabar y hacer giras. Han pasado casi 30 años desde que nos fuimos a Madrid para grabar porque las compañías que estaban en Barcelona se habían mudado allí. Se largaron. Eso no ha cambiado y eso es lo duro". Loquillo habla sin rabia, como el que ya lo tiene asumido. "Lo duro es, también, que existan muchos festivales modernos en Barcelona, la mayoría subvencionados, mientras que se cierran los pequeños locales donde los chavales empiezan a tocar. Eso incide y va a dejar dentro de poco a esta ciudad sin nada. Nos montarán el superfestival de techno, pero, ¿dónde está el talento de aquí?".

Si se cierran los ojos, parece que se esté escuchando a ratos a uno de los autores de Odio Barcelona (Melusina), que le ha encantado. "Se ha trabajado de cara a la imagen de la ciudad y no a favor de su talento. Eso es lo que ha hecho que me haya ido, que Sabino Méndez viva en Madrid, que Carlos Segarra, de Los Rebeldes, también se largara... Hay cosas... Por ejemplo, que se haya tardado tanto tiempo en hacerle un homenaje a Sisa... ¡Qué vergüenza! ¡Vaya morro! Recordar ahora a Ocaña, tan tarde... ¿Somos gilipollas o qué pasa? Cualquier ciudad española que tuviera a esos dos artistas nos habría vendido su trabajo desde hace 25 años. Es lo que ha hecho Madrid con la movida. Nos queremos muy poco: somos muy snobs para unas cosas y demasiado provincianos para otras".

Como consuelo ante la falta apremiante de nicotina, Loquillo apura una cerveza. Mantiene su tonillo punk, que otros catalogan de macarra. Público no le falta. Lo demostró hace poco en un abarrotado concierto en el Auditori. Su cabreo no es con la gente de la calle, sino con el tinglado oficialista. Parte de sus seguidores, sin embargo, no le ha perdonado el cambio de registro: aunque ahora cante a poetas, quieren seguir escuchando el Cadillac solitario. Es decir, la nostalgia por los Trogloditas, consumidos por las disputas y por las drogas duras, aunque él presuma de no haberse metido nunca "un pico". Añoranza también por una época salvaje, en la que salían a navajazos de sus conciertos madrileños en Rockola. O lo que es lo mismo: la dosis necesaria de leyendas.

En cualquier caso, su futura marcha ya la anunciaban aquellos trenes que veía pasar por las vías del Clot. "Cuando me preguntan de dónde soy siempre contesto que barcelonés del barrio del Clot. No digo ni catalán, ni español. Ésa es mi identidad. Y me gustaría que en mi ciudad se reconociera el trabajo de gente que se lo merece, como Peret. Si no se respeta el legado que hemos recibido, es que algo falla en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Departamento de Cultura de la Generalitat. Fallan, y mucho, al no querer dar importancia a una cultura distinta de la que ellos creen". Por si no queda claro, remacha combativo: "Llámale cuestión política o lo que sea, pero en Cataluña si eres un artista que no perteneces al pesebre, mal asunto. Y el pesebre es grande y chupan muchos de él. Los artistas del régimen siguen existiendo, aunque ahora sean socialistas. Pero, en el fondo, no hablo de ningún partido, porque lo hacen todos".

-En definitiva, que no piensa volver...

-No. Mi generación está dolida. Pero lo importante es la gente que empieza

ISRAEL PUNZANO - EL PAÍS - 23/10/2008


martes, 28 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo. 7ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

7ª pregunta

MR-Pero, ¿qué pasa con el derecho de autodeterminación de los pueblos, que siempre ha formado parte de los programas de la izquierda desde sus orígenes?

FO -En efecto, Marx lo defendió en el borrador que había preparado para la I Internacional en 1865. Pero al año siguiente ya estaba aclarando que los beneficiarios eran las genuinas naciones, Alemania, Polonia, Italia, Hungría, en ningún caso las nacionalidades --y ese léxico es suyo-- como la escocesa o la galesa. En el fondo, su pensamiento era puramente táctico, que es lo que no puede ser un derecho, algo sometido al "depende". A Marx lo que le preocupan son los ideales emancipadores y lo que buscaba era espacios políticos amplios lo suficientemente consolidados en donde realizar los ideales de democracia radical y de justicia, de igualdad.Y es que el derecho a la autodeterminación, en realidad el derecho a la secesión unilateral si queremos ser precisos, concentra todas las inconsistencias analíticas del nacionalismo. En el fondo arranca de una suerte de comparación con las separaciones matrimoniales: si alguien no quiere formar parte de una pareja, quién puede obligarlo. Aquí no habría ningún tipo de apelación a la identidad, ni a la esencia, sólo ejercicio de libertad. Desde el punto de vista liberal, en principio, no habría nada que objetar. El problema aparece en el momento de decidir quién puede decidir que se va, quién ejerce el derecho a la autodeterminación. Si seguimos con el argumento matrimonial-liberal, cualquiera que perdiera un hipotético referéndum podría decir al día siguiente que ese nuevo club, la nueva nación, no le ha pedido permiso para hacerlo socio. La pregunta es inevitable: ¿quién es el sujeto del derecho? La respuesta "la nación" no nos sirve si entendemos nación en el sentido de "es el conjunto de individuos que quiere ser una nación", entendida esta última acepción como "voluntad de autodeterminarse". En tal caso no hace falta derecho ninguno, no hace falta votar nada: sólo ejercen el derecho a separarse quienes se quieren separar. Si quiere evitar ese absurdo, al final, el nacionalismo tiene que recalar en argumentos esencialistas: habría pueblos más "naturales" que otros, que, ellos sí, tendrían fronteras naturales, no susceptibles de ser decididas voluntariamente, dentro de las cuales el derecho de autodeterminación ya no cabría. De modo que el supuesto derecho no parece muy claro: o bien recalamos en una falsedad, en un imposible, la idea de adscripción voluntaria a los estados, o bien en esencias nacionales, en comunidades naturales, comunidades de destino, en argumentos que niegan el principio que invocan.

Esa es una idea incorrecta sobre cómo son las cosas. Los Estados, cualquier Estado, no son asociaciones voluntarias, a nadie le preguntan si quiere ser miembro. La fronteras, todas, son resultado de geografía, guerras, conquistas, enlaces matrimoniales, flujos económicos y demográficos. Los Estados no son un club social en el que uno se apunta y se va cuando quiere. La idea del Estado como una sociedad de construcción voluntaria presume una suerte de "derecho" anterior a las leyes, natural, prepolítica. Las cosas son al contrario. Precisamente porque no son asociaciones voluntarias es por lo que importan la democracia y los derechos, que se dan dentro de un espacio jurídico, dentro de una comunidad política. En un club privado, los socios pueden fijar las reglas. Por ejemplo, pueden decidir que en un gimnasio no entren los hombres o prohibir la venta de alcohol. Es una asociación voluntaria y no hay nada que reprochar. No estás obligado a entrar y si no te gusta, te vas. En una comunidad política las cosas son distintas. Ahí no caben las discriminaciones, ni las identidades obligatorias, porque cualquiera ha de tener asegurada la posibilidad de poder decir lo que le parezca. Y lo mismo se puede ver desde el otro lado: si uno se puede marchar si no le gustan las decisiones adoptadas democráticamente, entonces la democracia no existiría. De otro modo nada tendríamos que objetar a los ricos, concentrados en una región, que deciden que no están de acuerdo en pagar impuestos, que los principios de justicia de la comunidad política no sirven para ellos, y que se van. La no voluntariedad de los estados, la democracia y la justicia, que se dan siempre en un espacio político, están unidas conceptualmente. Por eso mismo, las cosas cambian cuando faltan los derechos, cuando ciertas personas, que comparten ciertos rasgos, los que sean, se ven privadas de derechos o discriminadas. Pero en ese caso el derecho deriva de la injusticia y acaba cuando desaparece ésta. Sólo en ese sentido reparador se puede habar de derecho de autodeterminación. Lo ha contado muy bien el que acaso sea el mejor especialista sobre estas cosas, un marxista analítico por cierto, Allen Buchanan, en Self-determination, un clásico contemporáneo.

Una ultima cosa, no hay que confundir el supuesto derecho a la autoderminación con el autogobierno. La izquierda es, muy básicamente, radicalidad democrática. Todas las conquistas, todas, de lo que hoy llamamos democracia han sido arrancadas por la izquierda. Pero el control democrático de los ciudadanos, la participación, no es una cuestión de metros, de proximidad espacial, sino de transparencia, de posibilidades de revocación, de control institucional. De hecho, la proximidad espacial, que acostumbra a ser de clase, lo que produce es clientelismo, acobardamiento de medios que sobreviven gracias a su buena relación con el poder local, opacas redes de influencia entre los poderosos que se han socializado juntos y resuelven con llamadas, despachos compartidos y cenas familiares lo que se tendría que resolver en el Parlamento. Basta con pensar en la naturalidad con la que transitan los escándalos políticos en los ámbitos locales y autonómicos. Se pasa por ellos como si nada. No hay la exigencia de responsabilidades que se da en el Parlamento o la vigilancia de la prensa de ámbito nacional. El autogobierno es control democrático: explicaciones, participación, vigilancia y renovación de cargos. Lo otro, agrimensura

jueves, 23 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo. 6ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

6ª pregunta

MR- Me temo que decir que la izquierda y el nacionalismo son incompatibles conduce directamente a cuestionar la naturaleza democrática del nacionalismo. Sin embargo, en este país se han acuñado expresiones como "nacionalismo democrático" o "nacionalismo moderado" frente al "nacionalismo radical", o "violento". ¿Qué opinas al respecto?


FO- Desde el punto de vista de los procedimientos democráticos hay una diferencia sustancial. Y eso es muy importante, fundamental: no hay democracia si a quien piensa diferente le niegas la dignidad como persona, que es lo que sucede cuando lo amenazas de muerte. Lo pones en el dilema de que pierda la vida o pierda su dignidad callándose para poder preservar la vida. El problema con el llamado nacionalismo moderado es que colapsa en un montón de paradojas que sólo puede salvar si recala en un nacionalismo étnico, identitario, que, de facto, vincula la ciudadanía a la pertenencia a una comunidad cultural. Quienes no participan de ciertos rasgos, de la identidad nacional que estipulan unos cuantos, no son genuinos miembros de la comunidad política, son menos "catalanes", "españoles" o lo que sea. Por supuesto, la identidad nacional la deciden los nacionalistas sin que importe si se corresponde con lo que en realidad son los ciudadanos... Pero el problema no es de número, sino de principio democrático: el que la mayor parte de catalanes sea del Barça o católica, no quiere decir que las instituciones políticas tengan que apoyar al Barça o la religión católica. A veces, para evitar recalar en esas tesis, que tanto nos suenan a los "genuinos españoles", "unidades de destino" o "españoles de bien", se habla de un nacionalismo cívico, como un conjunto de ciudadanos que comparten derechos y libertades. El problema es que entonces no se ve qué hay que objetar a ideas como el habermasiano "patriotismo constitucional", al reconocimiento de una comunidad de ciudadanos libres e iguales que comparten principios de justicia. Un nacionalismo de esa naturaleza, genuinamente constitucional, en un contexto en donde no existe discriminación por "razones de identidad", estaría llamado a ser paralítico políticamente. Por eso el nacionalismo no puede prescindir de una idea de nación que conduce directamente a la identidad nacional, que es, por supuesto, la que los nacionalistas estipulan.

No es casual que quienes han querido explorar la "hipótesis de la independencia" en serio se hayan encontrado con que, si jugaban a la idea de nación de ciudadanos y no querían excluir a la mitad de la población que quedaba fuera de juego, la "preservación de la identidad" se ponía en peligro. Dicho de otro modo: el único modo de preservar la identidad era saltándose a la torera los derechos democráticos. Y, por supuesto, los nacionalistas están dispuestos a hacerlo. Las preocupaciones por el mestizaje, por la pérdida de la pureza, no son excrecencias, rarezas, sino consecuencias lógicas del nacionalismo. Hay un camino inexorable que conduce directamente a la defensa de "concepciones del mundo" asociadas esencialmente a los pueblos, concepciones que deben estar presente hasta en las ONGs, que, se llega a decir desde las instituciones, deben de tener "un componente nacional catalán".

Por cierto que epistemológicamente no deja de resultar llamativo que aceptemos como buenas, como verdaderas, la terminología y las creencias de los propios nacionalistas, que únicamente tienen una función política. Piensa en algunos ejemplos. Uno "positivo": hay un conjunto de individuos, los nacionalistas, que dicen que otro conjunto -más numeroso- de personas es una nación. De ahí se concluye alegremente que ese segundo conjunto es una nación, alehop!. Otro, normativo, y que, como ha mostrado Rodríguez Abascal en uno de los mejores libros que conozco sobre estas cosas, apunta al núcleo del nacionalismo: "la nación X tiene derecho a la soberanía por qué es una nación". Una falacia, claro. También hay gente que cree que los humanos hemos sido traídos de otro planeta, pero que lo crean no hace a su creencia verdadera. El hecho de que los parlamentarios de Castilla-León, por poner un ejemplo, decidan autodenominarse marcianos, no los hará marcianos. Pero es que, incluso si aceptamos que su creencia es correcta, o que basta que la tengan para que sea verdad, de ahí, de una cuestión empírica, no se sigue ningún principio normativo, como el de soberanía. Y un último ejemplo entre positivo y normativo: el uso de "discriminación" o de "injusticia". El que alguien diga de si mismo que está discriminado no prueba que esté discriminado, sino que él cree que está discriminado. Las nociones de justicia o de discriminación son precisables, objetivas. El que los ricos se sientan "discriminados" al pagar impuestos no quiere decir que lo estén. Las mujeres de la India están contentas con su situación, pero no por ello no dejan de estar discriminadas o sometidas a injusticias. Con independencia de lo que digan las victimas podemos reconocer la injusticia a la que estaban sometidos los negros que carecían de derechos en Sudáfrica o las mujeres de la India, o, aquí mismo, en virtud de otras circunstancias, cuando se les niega el acceso a determinadas posiciones en iguales condiciones de talento, o se las retribuye desigualmente.

martes, 21 de octubre de 2008

SANIDAD PÚBLICA PARA EL MEJOR POSTOR



























El PP Y PSOE funcionan unidos como uno solo cuando pueden hacer negocios.

La próxima vez que vaya a un hospital y le tengan seis horas en urgencias, acuérdense de estas líneas. Si se atreven con lo más sagrado, que es nuestra salud, ¿qué se se atreverán a hacer con el resto...? ¿Que será lo siguiente? ¿Policía privada? ¿Jueces de España, S. A.?

(3-10-08) - 11 años después de la apertura de la sanidad pública al capital privado gracias a la Ley 15/1997, aprobada por el PP, PSOE, PNV, CC y CiU, la Comunidad de Madrid renueva su ofensiva contra los servicios públicos.

"Conozca las peculiaridades del nuevo pliego de condiciones administrativas particulares del nuevo Plan y aproveche las oportunidades de negocio para su empresa" con este lema presentó, en el hotel Ritz de Madrid y bajo el módico precio de 1.200 euros por asistente, la Comunidad de Madrid el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011. Todo ello organizado por Unidad Editorial, empresa matriz de El Mundo, Expansión y Marca, que en breve organizará otras conferencias como Plan Sanitario horizonte 2015 en Cataluña o La Nueva Ley de Contratos del Sector Público en la Generalitat Valenciana.

Un acto patrocinado por Ribera Salud, compañía pionera en la gestión privada de hospitales públicos desde 1999 en Valencia, y Atos Origin, consultora tecnológica con más de 15 años en la sanidad española y que se ha visto favorecida por la externalización de "la informatización sanitaria que se ha dejado en manos del sector privado", según la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (FADSP).

11 años de unión PP-PSOE

Desde que en 1997 se aprobara la Ley 15/1997 en el Congreso, la sanidad se ha convertido en una "inversión sin riesgo y garantizada durante décadas", denuncia la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CASmadrid). Diez años después se dejan notar las consecuencias. Pero, en su afán privatizador, ni Esperanza Aguirre ni el PP están solos.

Si el PSOE apoyó la ley de 1997, un año después, y en esta ocasión en el Senado, el Partido Socialista se opuso a la transformación de los hospitales, por aquel entonces del Insalud, en fundaciones privadas. Pero, tras la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la legislación no se ha cambiado. De hecho, el Ayuntamiento de Parla, encabezado por el nuevo líder socialista madrileño, Tomás Gómez, cedió en 2001 a la Comunidad el terreno para uno de los nuevos hospitales con gestión privada. Una situación que 11 años después se debatirá de nuevo en el Congreso de los Diputados, a raíz de dos iniciativas de Izquierda Unida. Aunque la coalición tampoco se libra de este proceso, ya que a través de su participación en gobiernos como los de Catalunya y Baleares también se ve salpicada por el afán privatizador de la sanidad pública. En esta situación, y bajo la modalidad de Iniciativas de Financiación Privada se gestionan los centros de Bajo Llobregat (Catalunya) y Son Dureta (Baleares).

Ni mucho menos el verano ha sido de descanso. Tanto las protestas, como el trabajo de los diferentes colectivos en defensa de la sanidad pública no han cesado, ni el interés privatizador de la administración 'pública' de Aguirre. El 31 de julio la Comunidad publicaba una resolución con las instrucciones para el nombramiento y la contratación del personal temporal. Y con la excusa de "la situación excepcional que se ha producido en la Comunidad de Madrid con la apertura de siete nuevos hospitales", han justificado "el traslado de cargos a dedo sin pasar por tribunales, así como la externalización de la mayoría del personal no sanitario o el despido de trabajadores con contratos por obra y servicio", explica Juan Antonio Gómez Liebana de CASmadrid.

Si las protestas han recorrido diferentes zonas de la región, el 23 de septiembre se unificaron y masificaron frente al hotel Ritz. Un acto al que acudieron más de 3.000 personas, que denunciaron "la venta de la sanidad pública" : cuatro nuevos hospitales, las reformas de los hospitales más importantes de la capital y más de 55 ambulatorios. Pero, en el interior del hotel, la Comunidad no quiso soltar prenda sobre los nuevos ambulatorios, según Adolfo García (PSOE), concejal de Rivas Vaciamadrid, quien asistió al acto para informarse sobre las novedades del nuevo centro que la Comunidad debería inaugurar en 2009 en la ciudad ripense. "Al preguntarles por los nuevos ambulatorios, nos respondieron que no nos iban a contar nada", reconoce García. Además, la Comunidad reconoció que no se ha evaluado el rendimiento de los nuevos hospitales, pero que en los cuatro próximos que se construirán se dará un paso más en el proceso privatizador, las concesiones administrativas.

Además, tras las reformas en el Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Móstoles, La Paz y 12 de Octubre también se privatizarán todos los servicios no sanitarios, como en los últimos hospitales inaugurados. Mientras el Sindicato Asambleario de la Sanidad puntualiza que el objetivo no es tanto vender los centros de salud, sino modificar su función "de puerta de entrada al sistema sanitario, a muro de contención y reducción del gasto a través del recorte de los costes", a semejanza de situaciones que ya se viven en Catalunya o en la Comunidad Valenciana. En el área de Torrevieja, ofrecen hasta 2.000 euros al mes en incentivos al personal facultativo de atención primaria en función de la reducción de las derivaciones a especialistas.

¿Más calidad en la atención ?

"Los hospitales más nuevos son los que más denuncias por negligencia están sufriendo últimamente. La asistencia no es la misma, no hay profesionales suficientes ni adecuados para la cantidad de pacientes", denuncia Carmen Flores, presidenta de la Asociación el Defensor del Paciente. Según una circular interna de la propia Consejería madrileña los nuevos hospitales públicos (San Sebastián, Vallecas, Parla, Coslada, Valdemoro, Arganda Aranjuez y Majadahonda) no tratan en urgencias 18 patologías habituales como politraumatismos, quemaduras de grado mayor o neurocirugías. Tras las primeras atenciones, estos pacientes son trasladados a centros como La Paz, 12 de Octubre, Clínico y Ramón y Cajal.

Además, estos ocho centros inaugurados tienen una media de 1,2 camas por mil habitantes, muy lejos de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, entre 8 y 10. Incluso la tercera parte de la media de la región madrileña que se sitúa en 3,48. "Además, los nuevos hospitales no han significado un incremento ni de personal ni de camas. En los antiguos hospitales se han reducido tanto camas como personal", explica Gómez.

Artículo extraído de http://www.kaosenlared.net/

domingo, 19 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo. 5ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

5ª pregunta


MR-Sin embargo, las élites políticas y mediáticas del ámbito de la izquierda no parecen albergar la menor duda de que Cataluña, Euskadi y Galicia son naciones, y se remiten constantemente a los pueblos catalán, vasco, gallego. Durante todo el verano Maragall ha estado insistiendo para que la Constitución reconozca formalmente la existencia de esas naciones...

FO-Eso forma parte de esa mitología recreada, que no resiste el trato con la realidad. El único modo de hacerla inteligible es apelando a la clásica tesis romántica que relaciona lengua con concepción del mundo, de ahí salta a la identidad, y de ahí a la soberanía. Ninguno de los pasos se aguanta. A eso se añade el mito no menos romántico de un momento glorioso roto por un invasor que debe ser expulsado, la España centralista. Como si cierto día, hace tres siglos, alguien hubiese decidido imponer su identidad. ¿Qué imposición cultural se puede hacer sin medios de comunicación y sin sistema de enseñanza, cuando hasta entrado el siglo XX la mayor parte de la población es analfabeta? Las cosas son más sencillas, pura demografía y flujos económicos que llevan a utilizar las lenguas de mayor uso. En el siglo XV, Castilla, que incluía por cierto Galicia, Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, tenía 4,5 millones de habitantes y la Corona de Aragón 850.000. En esas condiciones no resulta extraño que el castellano se extendiera y se mantuviera como lengua común y que prácticamente desde el siglo XVI el 80% de los peninsulares la utilizaran. Algo absolutamente excepcional en Europa, por cierto. En Francia, en tiempos de la revolución sólo uno de cada tres franceses hablaba francés; en Italia, en 1830, el italiano sólo lo hablaban el 3 %. En dos generaciones, en esos países la situación se había modificado radicalmente. Pasó lo mismo, y por las mismas razones, con las monedas nacionales y los sistemas de pesos y medidas. En todos esos casos fueron movimientos revolucionarios los responsables de los cambios. Y en España, hasta el franquismo, sucedía lo mismo. El Carlismo encarnaba los restos del feudalismo, del servilismo, nada de libertades ni de ciudadanía, al revés, atadura al terruño y barreras que impidan el oreo, entre ellas, muy conscientemente, las lingüísticas. Sobre esa herencia se encabalgan los nacionalismos. Lo que sucede es que los liberales y la izquierda tuvieron poco éxito.
Todo esto resulta tedioso recordarlo porque al fin y al cabo la historia no justifica nada. A lo sumo nos ayuda a entender por qué las cosas son como son, pero nada nos dice acerca de cómo deben ser. Pero es que es ese el terreno del "nacionalismo de izquierdas". Se arranca de unos supuestos datos, la existencia de una identidad, y de ahí se pretende inferir un proyecto político, la necesidad de recuperar o de preservar la identidad. Hasta la guerra civil se ha dejado de ver como una guerra de clases para convertirse en una guerra del "pueblo español" agrediendo a las naciones. Así que lo primero es recordar que los datos no son así, pero es que además, de los datos, sean los que sean, no se sigue nada acerca de cómo deben ser las cosas. El truco para saltar de los hechos a los objetivos políticos pasa, como te decía, por relacionar la lengua con la identidad y ésta con la constitución de una unidad de soberanía. Lo primero, todavía en el terreno de los hechos, es falso: ningún lingüista informado sostiene hoy que una lengua conlleva una concepción del mundo en algún sentido relevante de la idea. Y lo segundo no se aguanta: quienes comparten una identidad no son sujetos de soberanía. No creo que a nadie se le ocurra pensar que las mujeres o los ancianos constituyan unidades de soberanía, por más que compartan identidad y una conciencia de identidad compartida seguramente superior a la de las "naciones". Pero al final las cosas son más sencillas. En nombre de qué una identidad -inventada o no- justifica tratos especiales o desiguales, es decir, privilegios. Quien defienda que existen unos privilegios asentados en "la historia" debería estar dispuesto a defender el antiguo régimen, la aristocracia. La idea de que hay unos pueblos que han de tener un trato especial no puedo dejar de asociarla a lo que antes te decía del trato con los reyes, a desandar lo recorrido desde la revolución francesa. Pensamiento reaccionario en estado puro.

miércoles, 15 de octubre de 2008

lunes, 13 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo. 4ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Abro una sección a post por pregunta de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

4ª Pregrunta

MR-¿Cómo definir entonces la nación?

FO-No conozco una definición satisfactoria de nación. Eso podría ser un problema de principio. Nos sucede con muchos términos. Nos pasa con "belleza" y, también, en teoría política, por ejemplo, al referirnos a tradiciones de pensamiento. Sin embargo, el problema no es ese. En principio, no hay por qué pensar que "nación" cae del lado de "liberalismo" o "belleza" y no del de "clase social" o "átomo", conceptos perfectamente específicables. El problema es de algo más que palabras, apunta a problemas políticos reales. Cuando miramos las definiciones vemos que la mayor parte de ellas al final derivan en identidades esencialistas, en purezas raciales o culturales, en una lista de características que definen al ciudadano fetén, o bien en tautologías más o menos veladas, como sucede con la idea de "nación es un conjunto de individuos que creen que son una nación", en donde se introduce la palabra a definir en la misma definición. En realidad "nación" no es un término analítico, sino de uso político. Tienen razón los estudiosos sobre estos asuntos, la mayor parte de ellos de izquierda, que nos han recordado que el nacionalismo inventa la nación, que se inventa una tradición, por lo general un momento en la historia de la comunidad, un momento que se recrea, que se falsea, y al que se le otorga una singular capacidad para caracterizar lo que es la genuina identidad nacional, con independencia de la evolución de las sociedades. Desde ahí, desde una identidad metafísica, se pretende sostener la existencia de un pueblo que porque tiene identidad se constituye en una unidad de soberanía. Al final, el único asidero firme que queda es la nación como una comunidad cultural homogénea. Para alguien de izquierdas, las instituciones políticas no tienen que mantener otra identidad cultural que los principios cívicos que aseguren la capacidad de cada cual de elegir sus propias vidas, lo que incluye, si existe una comunidad significativa de hablantes, la posibilidad de educarte y de expresarte en la lengua que desees, la del país, es decir, la de sus ciudadanos, pero no, obviamente, que tengas asegurados interlocutores.

La paradoja de los nacionalismos hispánicos es que si quieren ser mínimamente democráticos, cívicos, sólo pueden persistir a costa de no realizar sus objetivos políticos soberanistas. Porque al día siguiente de la hipotética independencia del País Vasco o de Cataluña alguien se podría preguntar cuál debe ser la lengua oficial. El único modo de seguir con el proyecto de preservar la identidad sería imponérsela por la fuerza a los propios ciudadanos, lo cual, además de paradójico (identidad, por definición, tengo siempre), es cualquier cosa menos liberal, en el sentido más elemental de la palabra liberal. De modo que la conclusión se impone: si siguen apostando por el proyecto soberanista es que abandonan cualquier horizonte cívico, cualquier idea no étnica de ciudadanía, lo cual, claro, implica la condena del mestizaje y la inmigración. Eso, claro es, siempre bajo el supuesto de la honradez, de que ese estar instalados en la contradicción, buscando una meta que se sabe imposible conceptualmente, no sea un modo de seguir obteniendo rentas políticas o mercados políticos protegidos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo. 3ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

3ª pregunta

MR-Presumo entonces que en tu opinión expresiones como "España es una nación de naciones" o la idea de plurinacionalidad debieran carecer de sentido desde una perspectiva de izquierda...

FO-La única nación defendible normativamente, desde una sensibilidad emancipatoria, es la de los ciudadanos libres e iguales, la que arranca de las revoluciones democráticas. Es la que funciona como un ideal, la que nos sirve, por ejemplo, para criticar las democracias "realmente existentes" cuando pervierten la igualdad de poder entre los ciudadanos, por ejemplo, a través de unas formas de propiedad que aseguran amplios poderes discrecionales sobre aspectos importantes de la vida colectiva. Esa nación, francesa, republicana, permite realizar un ideal de justicia, aunque sea limitado territorialmente. Por supuesto que en ella conviven individuos con distintas biografías, con distintas características, algunas de las cuales pueden dar pie a algo parecido a pautas de comportamientos compartidos y relevantes desde el punto de vista de formas de vida comunes. Y no hay que pensar en que las más fundamentales sean las "nacionales". Podemos pensar, por ejemplo, en mujeres, campesinos, jóvenes, grupos religiosos, hasta en quienes conviven en las mismas circunstancias climáticas y ecológicas, que, desde luego, condicionan los modos de vida y las culturas más que cualquier otra cosa. Pero lo que no tiene sentido es volver a la idea de reunión de pueblos, como si fueran unidades homogéneas, impermeables a la historia, a la biografía de las personas. Y esa es la idea de los nacionalistas: una esencia, un momento histórico, que es el que se privilegia, y lo demás es contaminación, invasión, pero no lo genuino, no lo verdaderamente "propio", identidad verdadera. No importa si después, durante un siglo, se producen mil acontecimientos. No importa si el 65% de los catalanes actuales tenemos nuestras raíces fuera de Cataluña. Todo eso será simple injerto, corrupción de la pureza originaria. No hay mejor ejemplo de eso que la absurda idea de "lengua" propia, de una lengua que es la de un territorio, sin que importe lo que hablan las personas de por allí. No hay la lengua propia de "Cataluña", hay la lengua de los catalanes, que, por cierto, tienen como lengua mayoritaria y como lengua común el castellano. El hecho de que desde finales del siglo XV se imprimieran en Cataluña tantos o más libros en castellano que en catalán se podrá atribuir a que el castellano era lengua de cultura, pero el uso de las gentes en su prácticas de cada día, cuando compra, ama o se comunica, nada tiene que ver con imposiciones o reputaciones.

domingo, 5 de octubre de 2008

Todos contra las 65h semanales















Amigos, debemos estar en esta manifestación en contra de la directiva europea de las 65 horas, firmada por el mismo PSOE – PSC y el PP y, que nos transporta al pasado. Están todos invitados. !Que nos vean¡ el martes a las 18.45h en plaza de Urquinaona, en frente de la Sede.

Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía se suma a la manifestación convocada en Barcelona a las 19 horas del martes 7 de octubre en Vía Layetana -con la calle Junqueras.

Ciudadanos rechaza frontalmente la directiva europea que permite la ampliación de la semana laboral a 65 horas.

Dicha directiva supone un retroceso en el camino de mejora de los derechos laborales europeos, un vuelco en la forma en que hasta ahora se han organizado las relaciones laborales en Europa. Es un ataque al espacio de progreso y bienestar que supone Europa y nos aleja del horizonte de un tratado social europeo que iguale mejorando, y no laminando, las legislaciones más avanzadas en la regulación de las condiciones de trabajo de los empleados.

Europa ha de seguir sintiéndose orgullosa de ser el espacio jurídico político donde mejor se conjuga prosperidad económica y progreso social, de estar a la cabeza mundial en la conquista de derechos sociales.

Permitir, como establece la directiva, que los trabajadores y los empresarios alcancen acuerdos individuales sobre la duración de la jornada, es dinamitar uno de los pilares del derecho laboral en muchos países europeos, que ha intentando regular la relación entre los trabajadores y los empresarios para impedir el establecimiento de condiciones abusivas de estos últimos.

La aplicación de la directiva imposibilitaría la conciliación entre la vida laboral y familiar y devolvería al trabajador a una situación de precariedad, donde no trabajaría para vivir sino que viviría para trabajar. El aumento de la jornada laboral también supondría un aumento de la fatiga y el cansancio del trabajador que necesariamente redundarían en una mayor siniestralidad.

Ciudadanos quiere poner de manifiesto la incongruencia que supone en épocas de crisis como la actual pretender aumentar las horas de trabajo al tiempo que aumenta el número de parados.

Por todo ello, Ciudadanos se sitúa al lado de quienes defienden los derechos de los trabajadores y apoyará cualquier iniciativa, institucional o social, que frene la aprobación por el Parlamento Europeo de esta medida. En concreto, apoya y se suma a la manifestación que el próximo día 7 de octubre se celebrará en Barcelona a las 19 horas convocada por las organizaciones sindicales CCOO, UGT y USOC, y hace un llamamiento a la participación de todos sus afiliados y simpatizantes para contribuir al éxito de la misma.


C's

sábado, 4 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo.2ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Sección de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

2ª pregunta

MR-¿Por qué dices que cuando se miran de cerca valores como el control democrático o la igualdad se ve que contienen implicaciones antinacionalistas?

FO-Los Estados democráticos se conforman como unidades de justicia y de decisión política. Los ciudadanos mantienen derechos y obligaciones que los comprometen mutuamente y participan en las decisiones políticas. Los derechos son universales, los mismos para todos y se tienen en tanto que ciudadanos. No, como sucedía en el feudalismo, por pertenecer a cierto grupo o vivir en cierto territorio.

Cuando hoy escuchamos a la izquierda recuperar ese léxico de los pueblos de España, como si fueran entidades naturales, sujetos de valoración moral, uno no puede por menos de pensar que se está volviendo al antiguo régimen, cuando los distintos territorios tenían privilegios, fueros en virtud de sus particulares acuerdos pactados con los reyes.

Basta con pensar en el trasfondo de la singular polémica que se desarrolla en Cataluña acerca de las balanzas fiscales. La discusión, por supuesto, tiene detalles técnicos que no es cosa de comentar ahora -aunque hay presentaciones razonablemente accesibles en Revista de libros y, algo más complicada, en Papeles de economía-, pero lo que me interesa destacar es la concepción general, el trasfondo. La propuesta de pagar por ingresos y recibir por necesidades es defendible para los individuos. Es un principio general de justicia que tiene validez general, viva cada uno donde viva. Pero Cataluña como tal no paga o recibe servicios. Es natural que un barrio acomodado tenga un saldo negativo, pero no porque "se explote al barrio", sino porque los que viven por allí son ricos. El barrio no paga impuestos ni es explotado. Cuando se acepta ese léxico interclasista se está escamoteando que los catalanes no son una familia y, como siempre ha sucedido con la retórica nacionalista, por debajo de los intereses de la patria se encubren los conflictos de clase, las desigualdades. Lo que a alguien de izquierda le ha de preocupar no es que el catalán promedio pague más. Porque el catalán en promedio no existe, no paga impuestos. Hay uno que gana 999 y otro que gana 1, pero no hay un catalán promedio que gane 500. Si en un lugar se concentran muchos que ingresan 900, los pobres que vivan por allí no estarán por ello más explotados impositivamente. Al que recibe uno lo que le debe preocupar es que el que gana 900 pague lo que tiene que pagar y que él reciba lo que le corresponda y si es de izquierdas también le debiera preocupar que en Extremadura pase lo mismo. La cosa es más grave respecto a la democracia.

Cuando se sustituyen los ciudadanos libres e iguales por los pueblos y se añade la perpetua amenaza de que, si no nos gustan las decisiones, nos vamos, se pervierte el ideal democrático. La democracia presume que las decisiones adoptadas por todos, nos comprometen a todos. Si los ricos pudieran decir "si no nos gusta lo que se decide, nos vamos con lo nuestro y formamos otra comunidad política", habríamos sustituido la democracia y la deliberación por la amenaza y la negociación, ya no se impondrían las mejores razones y los criterios de justicia, sino la fuerza.

Los representantes políticos se convierten en embajadores, esto es, deja de funcionar deliberación democrática, sustituida por el trapicheo de votos a para obtener beneficios para los "míos". En democracia, si las condiciones de democracia se respetan, si todos pueden expresar sus puntos de vista, y sus derechos se garantizan, no cabe discutir la propia comunidad democrática. La democracia requiere que nadie pueda amenazar con escapar a las decisiones democráticas si no le complacen.

miércoles, 1 de octubre de 2008

izquierda y nacionalismo.1ª pregunta

Por definición, siendo de izquierdas no se puede ser nacionalista.

Abro una sección a post por pregunta de la entrevista realizada por Miguel Riera a Felix Ovejero para El Viejo Topo nº 198, (2.004) se explica y justifica de forma demoledora el porqué.

1ª pregunta

MR-En un artículo publicado el El País hace unas semanas señalabas la incompatibilidad entre ser de izquierdas y ser nacionalista. Sin embargo, es un hecho evidente que hay personas que son de izquierdas y que también son nacionalistas.

FO-También hay gente que se dice de izquierdas y cree que está bien pegarle a su pareja. Que dos tesis sean incompatibles no quiere decir que no existan personas que sostengan las dos tesis incompatibles. También hay quien cree que el Sol da vueltas en torno a la Tierra, pero no por ello su creencia es correcta. Lo que trataba de decir es muy sencillo. Se resume en dos ideas.

1. La primera: la izquierda sólo puede defender ideas nacionalistas instrumentalmente, porque cree que el nacionalismo sirve a otros propósitos emancipadores más básicos. Y sucede que el nacionalismo, por definición, no puede ser instrumental, no busca razones ulteriores, porque entonces deja de ser nacionalismo. Para el nacionalismo los intereses de los míos, simplemente porque son los míos, tienen prioridad sobre cualquier otra consideración, vencen cualquier principio de justicia.

2. Y la segunda es que todas las razones instrumentales a las que se puede apelar, todos los valores que identifican a la izquierda (la igualdad, el control democrático, la libertad para elegir la propia vida), cuando se miran de cerca, tienen implicaciones antinacionalistas. En fin, la cosa es vieja: ¿qué tienen en común el tipo que vive en Pedralbes y el que vive en Cornellá? El azar de que dos personas formen parte de la misma nación no es una razón para que deban establecer vínculos morales o de interés especiales. Razón atendible quiero decir. Razones psicológicas hay muchas, incluso en situaciones de escasa identidad compartida. Al cabo, cuando en un grupo separas a los individuos por el número del DNI, los pares descubren afinidades, identidades, entre sí y diferencias con los impares. Y sienten que sus causas son las suyas.

Félix Ovejero de Lucas es licenciado en Ciencias Económicas en 1982 por la Universidad de Barcelona, Doctor en Ciencias Económicas en 1985 por la misma. Desde 1987 es profesor titular de la Universidad de Barcelona. También es profesor Visitante en la Universidad Pompeu i Fabra (1994, 1995), visiting scholar en el Center form Ethics, Rationality and Society de la University of Chicago (1991) y en la University of Wisconsin (1999). Además fue uno de los firmantes del 1º manifiesto que dio origen a la formación política Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Las cosas son así.




















Las cosas del querer: Antes de la manifestación de ayer, 28 Septi. OndaCero y Punto Radio en Cataluña decidieron retirar simultáneamente una campaña contratada por Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía por 'presiones de arriba' e 'ir en contra del catalán' ." Tras oírlos la dirección y ver que iba en contra de la lengua catalana han decidido sacarlos". De hecho, Punto Radio considera que "somos una radio catalana y no podemos ir en contra nuestra".

Pero, esta versión era demasiado dura para contársela, sin más, a Ciudadanos. Por eso, la oficial ha sido que "no podían emitirla porque se nombraba a la Generalitat y eso no está permitido.

Estos esbirros del Oasis seudofascista, nacionalista y seudoprogre, además, (como si los demás no lo fuéramos) de otorgarse ellos mismos la exclusiva de ser o sentirse catalán, no tienen oídos o no quieren o pueden escuchar por algún motivo oculto en sus mentes o en sus carteras. Y, como en cualquier Dictadura , aquí, en Cataluña, no se puede nombrar ni criticar al Santo Gobierno de burgueses nacionalsocialistas. En palabras de Rivera:

"Quien se crea que nos hemos reunido para manifestarnos en contra del catalán, el castellano, el vasco o el gallego no ha entendido nada. Hoy reclamamos nuestro derecho a decidir en qué lengua queremos educar a nuestros hijos en las comunidades autónomas con más de una lengua oficial".

La cosa tiene guasa: Sobre el PP. Sus incongruencias y contradicciones. Curiosamente, Alicia Sánchez-Camacho se negó el pasado mes de julio a firmar, al contrario que su grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados, el manifiesto por lengua común, mientras que durante la manifestación afirmó a los medios que "el Gobierno quiere sacar el castellano de las escuelas y con su política nacionalista perjudica sistemáticamente la lengua castellana en Cataluña".

Las cosas son como son: UPyD ha estado representada por cargos internos regionales y algunos militantes. Ni rastro de Rosa Díez. Ninguno de ellos sujetaba la pancarta que encabezaba la manifestación


Jefe Rojo

lunes, 22 de septiembre de 2008

Defender la libertad lingüística. 28 de Septiembre.















En respuesta a una noticia, erróneamente planteada por el diario EL PAIS a sus lectores, la Secretaría de Comunicación envió una carta, solicitando una rectificación de la misma. Todavía seguimos esperando su respuesta. Este es el texto de la carta enviada por C's:

Me gustaría aclarar una información aparecida el pasado 16 de septiembre, en el diario que dirige, y puede llevar a confusión a los lectores de 'El País'. En la noticia 'Aguirre ficha a Boadella como director de los nuevos teatros del Canal' la periodista Soledad Alcaide asegura que el dramaturgo catalán 'ha ido escorándose cada vez más a la derecha, y acercándose a posiciones que defiende la propia Aguirre, que suele hablar de la persecución del castellano en Cataluña, desde su vinculación al partido Ciutadans de Cataluña'.
Es de justicia poder aclarar, ante los lectores, que defender la libertad lingüística de los ciudadanos no es un motivo ideológico, ni de derechas ni de izquierdas, por lo que no cabe la posibilidad de escorarse en una cuestión como esta.
Pero también quería dejar claro a los lectores de 'El País' que Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía (nombre correcto del partido), citado directamente en la noticia, no es un partido político de derechas –como tampoco lo es Albert Boadella, según todas las manifestaciones públicas realizadas por el dramaturgo- y sí un partido de centro-izquierda como está fijado en los estatutos del partido.

Pepa López, Secretaria de Marketing – Prensa

martes, 9 de septiembre de 2008

Diada SÍ, 11 de septiembre NO



Acto en Barcelona

El próximo jueves día 11, Ciudadanos realizará un acto en Barcelona para reclamar el traslado de la Diada a Sant Jordi. Accede a nuestro MANIFIESTO.

Ven con tu familia y amigos

















Diada SÍ,

11 de septiembreNO

domingo, 3 de agosto de 2008

Las vacaciones, el calor, las normas y la Cosa Nostra














Me voy unos días de merecidas vacaciones sin que sean las que yo quisiera, debido al maltrecho poder adquisitivo a que nos ha llevado esta fantasmagórica crisis, a decir de quien gobierna.

Me despido con el sentido del humor de Carreras, que lo tiene, y mucho, en este artículo: 'Cuando llega el calor' qué con sana ironía se burla de las estupideces de los políticos que nos gobiernan, qué ya no saben como llamarnos la atención ni como mostrarse más paternalistas. Nos toman por inconscientes, por tontos e ignorantes de antemano y, se preocupan de nosotros hasta desesperarnos y agobiarnos con tanta protección. Deben pensar que sin ellos no sabríamos que hacer ante la vida.

Lo malo és que todo parece una manera más de sacar presupuestos del arca pública para no hacer nada ni para que sirvan para algo. Bueno sí, para que alguien cobre algunas comisiones, regalos y prebendas por otorgar quién se ocupa de hacer el trabajo y fabricar los abanicos. Lo qué és seguro Sr. Carreras, es qué hubo alguien que cobró por hacer el estudio externo de tan sabia iniciativa, y mire usted hasta pondría la mano en el fuego qué así fue.

Y menos mal que no han sacado ninguna norma administrativa que obligue a hacer lo que dicen en los abanicos y, así sacarnos mas perras (euros) por incumplir sus normas. Démosles las gracias por ser tan generosos esta vez, dejando a un lado su afán recaudatorio en el asunto de los abanicos, y no hacer lo mismo qué hacen con las exageradas normas de la Ordenanza de Civismo, con multas de 180 a 300 euros por escupir en el asfalto, poner los pies encima de un banco, vomitar en la calle aunque estés enfermo etc.

Las ilógicas normas de circulación de no ir a más de 80 de día cuando con los atascos no pasas de 40, o de noche, que a partir de las 12h vas casi sólo en vías de tres y cuatro carriles a 80 porque a ellos les sale de sus entendederas pudiendo ir a 100 sin peligro o con el mismo peligro que a 80. Y todo, con la falsa excusa de que se contamina menos cuando hasta el más tonto sabe que a 80 se contamina más que a 100, y de qué les importa nuestra seguridad. ¡Ja¡ si les preocupara vigilarían y corregirían en las carreteras las zonas con deficiencia en señalización y, pondrían mejor las señales cuando están haciendo obras. He visto muchos accidentes a consecuencia de tener mal avisada y señalizada una obra. Un ejemplo que recuerdo con muchos accidentes fue la xiclan que tenían motada en la autovía de castefa por las obras del paso del ave, a 400m antes de la salida de entrada a la carretera al Aeropuerto.


O las fascistas normas de la normalización lingüística que multan por rotular en castellano tu propio negocio, metiendosen en la casa y en la vida privada de ciudadanos libres e, independientes. Eso sí, lo hacen por nuestro bien, para protegernos de la insana costumbre que tenemos los castellanohablantes de usar el castellano, por eso hacen una positiva discriminación lingüística en contra de dicho idioma y nos obligan a usar un idioma más sano, positivo y más majo, el catalán.

La Cosa Nostra como es norma siempre se reparte el dinero que sacan de chantajes y cobros de protección a ciudadanos y comerciantes entre la “Familia” y, se adjudican cargos de mando y representación a los familiares mafiosos suyos, como así, también a quedado demostrado, otra vez, con el regalo que el Padrino Carod ha otorgado a su hermanisimo Apel-les concediéndole una embajada en Francia de un imaginario país independiente por 87.000 euros al año, dinero, !vaya tela¡, que a mí, hay días que me cuesta conseguir !oiga¡. Lo que si qué és, sin duda, es un territorio en que explotan, chantajean, roban, y extorsionan a su antojo a todo ciudadano viviente -- a algunos más que a otros, eso sí,-- y es un territorio al que creen de su exclusiva propiedad.

Y mientras, nosotros, con estos Apel-los.

Javier Casas

miércoles, 30 de julio de 2008

Balanzas Fiscales una coartada para el privilegio



























Exigir más para el que aporta más no es de izquierdas:

Pedir que los impuestos se queden donde se recaudan atenta contra la finalidad social de la redistribución de la riqueza: no es de izquierdas. En un estado social cada cual paga según su capacidad y recibe según su necesidad.

No se deben generar desigualdades en función de lo que aporta cada uno. No tiene sentido que Nou Barris o el Raval robe a Pedralbes o Vallecas robe al barrrio de Salamanca porque aporten menos impuestos en relación a lo que reciben. Ni que Cataluña robe a la UE por recibir 8.600 millones de euros en fondos de cohesión.

Los nacionalistas exigen balanzas fiscales para hacer creer que “España roba a Cataluña” y esconder su mala gestión. El PSC, en su estrategia de competir con CiU, ha asumido el discurso nacionalista y abandonado los valores socialistas, con la interesada complicidad de PSOE. ICV y EUiA se ha transformado en una corriente interna del PSC y ha dejado de existir como partido real.

Como ejemplo un botón:

La falsa izquierda progresista sigue dando muestras de intransigencia, estupidez y totalitarismo fachoso al más puro estilo garrulo. Un edil, el número 1 de la coalición ICV-EUiA por la provincia de Tarragona en las elecciones generales, Lluís Suñé, que se dice de izquierda pero fanáticamente nacionalista y qué por lo que dice, hace y reivindica no habrá leído en su vida un miserable libro que trate del socialismo, ni como ideología ni como historia del movimiento llamado de izquierda desde la revolución francesa hasta hoy, cree, o al menos su corta y flácida inteligencia así lo asegura que "Los catalanes aportamos, y mucho, a la riqueza del conjunto del Estado"(España) como demuestran las balanzas fiscales y, pese a ello, "las voces anticatalanas" siguen apreciando que los catalanes son insolidarios. Todo esto dicho con el más típico sentido victimista. El Arma que más éxitos ha cosechado el rancio nacionalismo llorón.

Le digo al tanoca capsigrany éste que hará poco que habrá salido de alguna caverna, que los territorios no pagan impuestos, sólo las personas, qué los principios básicos del socialismo democrático -- que él debería saber ya que defiende un partido en teoría de izquierdas -- proponen, en este aspecto, que cada cual pague según su nivel de ingresos y que a su vez los impuestos sean empleados por el Estado ( España) para favorecer el mejor desarrollo de todos y no las ventajas particulares de caciquismos locales o nacionalismos trasnochados.

Si estos son nuestros representantes de izquierda, que en teoría deberían estar a favor de los mas desfavorecidos, estamos apañados y, totalmente vendidos a los privilegios de los señores burgueses o patronos capitalistas que pretenden volver a la época feudal; o dicho teocráticamente, dios nos coja confesados con semejantes gurús, profetas y santos del nacionalismo fundamentalista más febril, feudal y fascista que asoman por las listas de alcaldes, concejales y ediles de partidos de “nuestra” izquierda.























Este horrendo personaje aunque ya haya pedido disculpas en su blog, fue capaz de poner en él para apoyar su errónea opinión en términos socialistas sobre las balanzas fiscales, un cartel, cuyo lema era: "Sos. Extremadura needs you", y en él aparecían dos niños, medio desnudos con la cara y el pelo sucio, y en la parte inferior, decía: "Un 8, 7% del PIB catalán no es suficiente. "En fin, quizás nos tendríamos que añadir a la campaña" 'SOS Extremadura needs you Apadrina un niño extremeño por 1.000 euros al mes". (Foto de arriba)

El Cap de suro de Suñé se hizo el gracioso y victimistamente pretendió ironizar ridiculizando con mal gusto a los extremeños exponiendo unas razones totalmente irracionales para cualquier socialista de pro, y que hace, que el ridículo lo hiciera él por indocumentado y socialistamente inculto.

Lo malo és que este tipejo, cap de suro, está pagado con el dinero publico de todos, y para vergüenza general, es concejal vinculado a ICV y EUiA y es portavoz del ayuntamiento de Torredembarra (Tarragona). Además, fue concejal de Medio Ambiente y Juventud en la localidad y vicepresidente del Consell Comarcal del Tarragona entre 2003 y 2007. Lo dicho, apaga y vamonos.

C’s reivindica el valor de la igualdad y la justicia social, defendiendo los derechos de todos los ciudadanos, sin privilegios. C’s es hoy el único partido que defiende los valores del socialismo democrático, y así lo demuestra tanto en el Parlamento de Cataluña como en los municipios donde tiene representación.


Jefe Rojo

domingo, 27 de julio de 2008

Ernest Maragall y su Nacionalismo





















A propósito de su artículo en el país sobre el Manifiesto por la lengua común:

Permítame Conseller Ernest Maragall que le catalogue de fariseo, embustero y falso, pero sobre todo…….. de miserable.

No se puede tergiversar más un texto sin que medie pura y llana mala leche. La mala leche que atesoráis vosotros, chamanes de tribu, procreadores de mitos en asegurar cosas que el manifiesto no dice.

El manifiesto está por el Bilingüismo, el mismo bilingüismo que esta colla de intransigentes e insensibles carroñeros de la historia, egoístas e insolidários, pedían antes, cuando todos estábamos contra la imposición franquista del castellano en la educación.

El manifiesto está por el derecho a la enseñanza en lengua materna o en bilingüe. Por el derecho que tienen los padres de elegir la lengua vehicular en la que estudian sus hijos.

El manifiesto está para lograr que las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se cumplan, como así sería, si pusieran las tres casillas en la hoja de inscripción ; Catalán, Castellano y BILINGÜE.

Pero estos visionarios y profetas negociadores de sentimientos con la que hipnotizan a la gente por medio del más intimo sentimentalismo, en pura sintonía con la estrategia nazi de la psicología de masas, los convierte en salvadores de patrias imaginarias, o de lenguas que hoy en día, están más fuertes y son más habladas qué nunca lo han sido en la historia.

La política qué aplican los nacionalistas en una sociedad compuesta de ciudadanos libres, és, la política basada en imposiciones de etnia, grupo homogéneo y propio, no en criterios políticos que beneficien a todos los ciudadanos. Ellos sólo tienen que contentar a sus partidarios no a los demás, puesto que los demás, somos excluidos.

Los nacionalistas solo se representan a ellos mismos, dándonos la espalda a los demás ciudadanos que tenemos otra manera de ver la vida pública o de ver la resolución de los problemas cotidianos que nos afectan a todos, apolíticos o no apolíticos, de una u otra tendencia.

Los nacionalismos no resuelven problemas a los ciudadanos, los crean para manipular historias y creencia con el fin de perpetuarse en el poder de generación en generación. Como así esta ocurriendo en nuestra Cataluña, qué históricamente siempre ha sido gobernada por afines al Clero y a la Burguesía, y han despreciando históricamente a campesinos, obreros y trabajadores en general, en cualquier época de su historia. Sus descendientes burgueses, siguen hoy en día como líderes y gobernantes nuestros casi 200 años más tarde y muchos, enrolados en las filas socialistas y progresistas

El nacionalismo siempre ha sabido crear el victimismo apropiado para traspasar a otros sus carencias y culpas, apoyándose en el sentimentalismo propio del concepto de patria, incrustando en las mentes de la gente del pueblo la idea de madre de todos los que viven en un mismo lugar o, hablan una lengua particular, aunque no sea la única del territorio. Sobre todo a partir del siglo XlX con el auge de las patrias identitarias, llamadas románticas y basada en una etnia, una cultura, una lengua y, que acabó con la llegada al poder por medios democráticos de los nazis en Alemania. De tan triste recuerdo.

Anhelo que algún día la parte de mi pueblo catalán que está absorbido por estos emblemas de la sin razón, estos políticos sacerdotes inventores de patrañas irracionales que privan al individuo de un análisis libre, igualitario, solidario e internacionalista de la existencia de la raza humana en este planeta, dejen de creer y apoyar a semejante colla de hipócritas y farsantes mamarrachos que se mueven sólo por sus propios intereses no por el interés general de la humanidad.

Ernest Maragall, es ante todo un nacionalista que impone, miente y tergiversa al más puro estilo hipnótico de masas, apoyado en el victimismo de la más profunda desazón que le produce un manifiesto justo, por la lengua común qué siempre, desde ya en época de los Trastamara, se ha hablado y ha sido propia de Cataluña y, de España.


Javier Casas

martes, 22 de julio de 2008

el PSC abandona el principio básico de la izquierda




Ciutadans-Partido de la Ciudadanía valora muy negativamente la deriva nacionalista adoptada por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en el XI Congreso de este partido celebrado el pasado fin de semana en Barcelona.

Con esta nueva línea política estratégica, el PSC abandona el principio básico de la izquierda, la promoción de la igualdad como elemento determinante de la justicia social, para abrazar como nueva identidad ideológica el nacionalismo. Su afirmación de principios donde "la lucha por el socialismo y la libertad nacional de Cataluña son objetivos inseparables", es una quiebra definitiva a los principios básicos del socialismo democrático y del programa ideológico de los movimientos progresistas europeos contemporáneos. El PSC ha renunciado a defender los valores de la igualdad y de la solidaridad para, junto con los partidos reaccionarios nacionalistas, hacer de la identidad excluyente su propuesta de modelo de sociedad. Ha decidido ocupar la centralidad política en Cataluña en el único eje que les interesa, el identitario, haciendo suyo el discurso nacionalista más radical con la única intención de perpetuarse en el poder. Por ello el PSC no duda en definirse desde principios tan antagónicos como son el socialismo y el nacionalismo.

Ni la propia CiU de los 90 se había atrevido a declarar públicamente su nacionalismo identitario de una forma tan desacomplejada como ha hecho el PSC en su último congreso. Un PSC que no ha dudado en humillar públicamente al PSOE y al Presidente Zapatero.

El PSC ha convertido el discurso nacionalista antiguo, rancio, pre-moderno, en su divisa política. Al asumir ideológicamente que los territorios son los depositarios de los derechos reduce los ciudadanos a la categoría de súbditos. El PSC ha decidido, al menos hasta la próxima cita electoral, quitarse la careta, y hacer suya la coartada que ha servido de excusa a todos los nacionalistas para ocultar a los ciudadanos su ineptitud: la nación.

Desde Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, recordaremos al PSC los posicionamientos que ahora proclama a los cuatro vientos, y le exigiremos que en sus próximas campañas electorales diga públicamente que el PSC defiende una realidad nacional que se llama Cataluña, y explique a sus votantes donde deja esa "afirmación nacional", a España. Una España que, bajo su propuesta de convertirla en una España federal, oculta su verdadera intención, convertir a nuestro país en una Confederación de territorios sin lazos comunes, sin vínculos afectivos, sin proyecto común, como paso previo a su disolución como nación de ciudadanos libres.

21/07/2008 C's

sábado, 19 de julio de 2008

El nacionalismo es una farsa de derechas















Les dejo el link del artículo que ha elaborado Sergio Sanz, miembro de C’s con sus enlaces relacionados, preguntándose dónde está el socialismo del PSC y del PSOE ante sus afirmaciones de supuesto expolio fiscal y las antisocialistas declaraciones de el Sr. Castell miembro del PSC.

Éste es el mismo partido llamado ilógicamente socialista que a sido capaz de aprobar una ley de privatización de la sanidad publica conjuntamente con PP, PNV, CC y CiU: La ley 15/97 de “Nuevas Formas de Gestión en Sanidad”que permite que la gestión y administración de los centros sanitarios pueda llevarse a cabo a través de cualquier tipo de entidad admitida en derecho, así como que la prestación y la gestión de los servicios sanitarios pueda ser realizada por cualquier tipo de entidad privada y lucrativa.

Capaz de traicionar a España y al pueblo Saharaui después de "vender el Sáhara" con el reconocimiento de los caladeros marriquies y que supone la segunda traición a los saharauis desde el acuerdo de descolonización del Gobierno de Franco.

Capaz de aprobar con su voto una directiva en el parlamento europeo que permite una semana laboral de 60 a 65 horas.

Capaz de aprobar con sus votos en el parlamento Europeo una Directiva que someterá a miles de personas a cumplir entre 6 y 18 meses de detención por el simple hecho de no tener sus papeles, por simple orden administrativa y, sin haber cometido delito alguno. Con las nuevas medidas no sólo se podrá privar de libertad a personas adultas, sino que, atentando contra las declaraciones de Derechos Humanos y del niño, también se podrá retener a menores de edad no acompañados. los menores podrán ser, también, expulsados a terceros países (que no son ni los de origen). Luego castigados sin volver durante cinco años, porque nuestras grandes virtudes de europeos nos dictan que está mal que otros (otros igual a nosotros) quieran alcanzar una vida mejor.

Capaz de romper la solidaridad e igualdad de los ciudadanos españoles con sus apoyos a estatutos inconstitucionales.

Capaz de negar la exclusión del castellano en la enseñanza y organismos públicos en autonomías supuestamente bilingües. Capaz de permitir sanciones monetarias a los comercios y empresas privadas que rotulen sus negocios en castellanos, dentro de su propio país.

Capaz de negar la libertad de los ciudadanos de elegir la opción de en qué lengua quieren que sus hijos sean enseñados en la escuela. Y negar el derecho recogido en la declaración de los Derechos Humanos a la enseñanza en lengua materna.


Jefe Rojo